Sustos


Cuanto más queremos a los seres queridos, más sufrimos por su sufrimiento.

Es algo que tendremos que aprender a soportar, ver nuestros pequeños pasarlo mal...
Dificil, muy dificil.
Duro, muy duro.

Ayer V. se cayó por la escalera y ahora estamos a la espera de ver si el diente se salva o no se salva.
Fue un momento, como siempre.
A menudo estás a su lado y no puedes hacer nada.

Al poco rato me dijo entre lágrimas que se le olvidó "meter las manos" es decir protegerse de la caída. María lo recuerda siempre e insiste con las pequeñas, supongo que por esto V. lo dijo casi de inmediato, se sentía culpable.

En casos de golpes es fundamental utilizar hielo. Tened en cuenta que el pequeño sufrimiento que tiene que soportar la peque en la parte en contacto el hielo se notará después, positivamente. Resistid a sus quejas. Haced el juego de contar: 1, 2, 3, 4, 5 quitamos el hielo. Otra vez 1, 2, 3, 4, 5 quitamos el hielo y a seguir.

Las virtudes del frío en los golpes son notables.

También los efectos de la sangre fría.

No podemos hacer peor cosas que asustarles todavía más de lo que están cargándoles con nuestra preocupación. Podemos estar muy preocupados, pero intentamos comunicarles tranquilidad, nos será muy úti,l también para nosotros, hagamosles sentir seguros, a menudo es más el sufrimiento provocado por la duda del alcance del daño que no el daño en si mismo.
Hablamos despacio y hagamos lo que tengamos que hacer, por ejemplo ir rápidamente a urgencias, pero sin contagiarles nuestros agobios.

También en este caso no es fácil.
Nunca es fácil ser buenos padres, buenas personas, buenos amigos.
En lo fácil casi todos llegamos, a lo bueno pocos.

Para conseguir lo dificil tenemos que pararnos a pensar, creer en el objetivo que deseamos alcanzar, mantenernos calmos y desefundar la espada de la paciencia. Entrenarse mentalmente.

A eso pocos llegan, por lo menos con la frecuencia deseable.

Envidia cochina, vamos...

felinavi

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