un día muy feliz

Ayer por la noche, con los altibajos de la cacerolada racista, antes enfadado por la noticia y después alegrándome, en parte, por la prohibición de aquella, estaba insomne, cómo a menudo me pasa y seguí dándole al teclado.

Esa noticia no me quitó, por suerte, la emoción por el día que nos esperaba... y escribí unas líneas a las familias a las que estamos organizando el viaje en Transmes, unas líneas que voy a compartir con los amigos que me siguen en este humilde blog y que pego más abajo.

Por que hoy en Transmes ha sido día de asignaciones!!!

Ya lo he escrito hace unos días: a pesar de haber en estos años, desde el lejano 1998, vivido tan de cerca casi 100 tandas de asignaciones, es decir miles de mamás y papás felices y miles de fotos de niñas y niños, y lágrimas de alegría y nervios, la verdad: sigo emocionándome cómo la primera vez.

Y ya que soy cómo soy, la reacción es hablar y hablar y lo saben las pobres familias que me caen a tiro en día tan señalado, soltando rollos infinitos mientras con mucho más mérito Ling Xiao, Anna, Tomás transformaban en historias los signos chinos y en lenguaje accesible los garabatos de los médicos de las provincias donde sus hijas les están esperando.

Nuestra vida está llena de China, de ese maravilloso país...

Por cierto

El Viaje a China, las dos semanas más extraordinarias de nuestra vida

será el título de la charla que voy a dar el próximo 4 de junio, por si os quisierais acercar al Pati Llimona

y aquí va el mensaje

Queridos todos:
ya falta muy poquito, para las 30 familias que reciben este mail, para el gran momento,
el momento de ver la carita de vuestra niña. No sabemos si también hay niños, lo descubriremos también en pocas horas [nota de hoy: las asignaciones todas niñas]

Cada uno vive el momento del "descubrimiento" la asignación de forma diferente.
Algunos llorarán, otros se quedarán parados, necesitarán tiempo para reaccionar, abrumado por los nervios, por la sorpresa de tener la sensación de que lo que está pasando no es real.
No todos sentirán el flechazo del primer instante.
Es normal.
Puede que hasta algunos piensen por sus adentros, un poco avergonzados, que la niña que le ha tocado no es la más guapa.
También es normal.
La belleza no es un canon rígido y todos los que han dudado al principio, han tenido que admitir que estaban muy equivocados:
Nadie es tan guapo como un niño que te quiere, quien tiene hijos lo sabe.
Quien no los tiene lo descubrirá muy pronto.
Algunos han desarrollado ya mecanismos por los que dentro de sí, independientemente de la carita que se encuentren, están locos por esa personita desconocida.
Otros necesitarán más tiempo para que el clic! de la filiación haga sus efectos en toda su plenitud.
Somos todos diferentes.
Algunos tendrán miedo de no hacerlo bien,
Otros no han dudado nunca o muy poquito de que serán los mejores padres posibles.
Y lo más gracioso es que ambos tienen razón, por que cada uno será por su hija la mejor madre y el mejor padre posible, y a pesar de esto, nuestros hijos nos harán también dudar en algún momento, directa o indirectamente de haberlo sido de verdad.

Se necesitan ciertos elementos para que la felicidad llene nuestros hogares de la forma más plena.
Uno es, sin duda, la actitud de los papás.
La paciencia, la tranquilidad, la humildad de admitir los errores, las ganas de encontrar el mejor camino...
Todo esto no es fácil, nadie puede haberos dicho que ser buenos padres es un paseo.
Si os lo ha dicho es que quería venderos algo :-))
No hay manuales de instrucciones que nos expliquen al cien por cien como funcionan nuestros hijos. Tampoco cómo funcionamos nosotros :-))

Pero un truco sí que existe: saber medir el peso y la importancia de lo que nos pasa y no hacer tragedias de cosas sencillas, ni lo contrario.

Lo que os espera es muy, muy bonito

y una vez más feliz navidad