El silencio de la casa

Es casi media noche.
Barcelona hoy es una ciudad fresca, por la ventana abierta se cuela un airecito agradable y muy sinceramente me alegro de vivir en una calle donde puedo abrir la ventana y seguir oyendo el hilo de la música que sale del ordenata o hasta escuchar el silencio, o los pasos de un vecino que sale a quitarse las ganas de moverse un poco, y el gato de la portera que empieza a sentir deseos...

Las niñas se han ido a la cama hace más de dos horas, resistiéndose un poco cómo siempre, sobretodo en estas noches de verano, cuando la luz del día se alarga hasta pasadas las nueve y media.
Duchas, masajes, cuentos, y para terminar cierta necesaria firmeza!!

Llega la noche y se necesita un rato de tranquilidad.

Es un momento muy placentero, para los noctámbulos, cómo el que escribe, disfrutar de esta paz.

Frente a la pantalla del ordenata: que es una puerta abierta, de par en par, al mundo que nos rodea, a miles de personas, muchas de las cuales hasta tienen algo interesante que contar ;-))

Acabaré esta entrada y me dedicaré a navegar de blog en blog, de web en web, cruzando el ciberespacio...

Hasta que el sueño empiece a adueñarse del teclado ( y de mis ojos)

Entonces iré a mirar si Blanquita está en su cama o se ha levantado de puntillas para buscar un hueco bajo las sabanas de la nuestra, donde descansa su adorada mamita. Y si así fuera, la llevaré en brazos con cuidado, de vuelta a su cama, dándole unos besitos para que, aunque se despierte, el gusto de los besos ponga límite a su enfado por el alejamiento forzoso de su querida mamá.

Violeta seguramente se despertará, me pedirá agua, querrá ir a hacer pipí pidiéndome que me quede para no estar sola en una noche siempre poblada de seres mágicos y embrujados, de amenazas de ladrones inexistentes y de todo tipo de sorpresas aterradoras, y después en un momento se dormirá plácida y tranquilamente hasta mañana por la mañana.

Paloma estará durmiendo tan profundamente que despertarla para hacer pis, paso obligatorio, cada noche, para evitar accidentes, aunque sean las dos de la madrugada... será toda una aventura.

Y por fin mis dientes, y a la cama, a lo mejor casquitos y un poco de música por el ipod, dejando fluir los pensamientos de resumen de un día lleno de cosas, de llamadas, de gestiones, de ilusiones, de familias que están en China, y de tantas otras que desearían irse YA!!!

y a roncar unas horas hasta mañana cuando, gracias a dios o a quien sea, volveremos a despertarnos para seguir disfrutando del privilegio de tener lo que tenemos, del privilegio de sentir la vida y de las muchas ganas de seguir viviendola

bona nit

Comentarios

  1. Muy bien descritos esos momentos tan placenteros. Lo malo en mi caso es que duran muy poco ya que estoy tan rendido que yo también me voy con ese "silencio de la casa" hasta el día siguiente. Para mi, los mejores momentos son los de la mañana, con la primera luz y "las calles reciencen puestas" y las niñas aún durmiendo....

    Saludos

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  2. Eres todo un poeta y un magnífico equilibrista de la vida

    Buenas noches

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  3. Si, que eres poeta, Roberto.

    Pero ¿no es gracioso como los niños nos enseñan a valorar el silencio? (entre tantísimas otras cosas que nos enseñan...)

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  4. Gracias por vuestros generosos e inmerecidos comentarios
    :-))

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  5. Querido Roberto:
    siempre he querido darte las gracias porque, sin saberlo, nos has sido de gran ayuda en este proceso. Cuando tomamos la decisión de ser papás mediante la adopción y tras buscar información en este mundo mundial que es internet, nos topamos con la web de Paloma. Dios mío!!!! como nos ayudaste con esa web. Gracias... gracias por ayudar a tantos que como nosotros tienen la mitad de su corazón en China, esperando.
    Gracias

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  6. Roberto, desde aquel primer encuentro en el 2004 en AFAC puedo decir que tus comentarios me reconfortan. Leire también nos deja disfrutar del silencio nocturno aunque a veces estamos tan cansado que no aguantamos mucho sin dejarnos caer en los brazos de Morfeo.

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