Nueva Ley de Adopción internacional

Ayer el Gobierno aprobó el Proyecto de ley que pretende regular la Adopción internacional en España y del que tanto se ha vociferado en estos meses.
Ahora tendrá que pasar por el trámite de discusión y aprobación en las Cortes y ya veremos cómo cambiará, cómo mejorará o cómo empeorará.
Tuve la ocasión de leer el anteproyecto de ley y lo comenté en este mismo blog.

Las buenas intenciones con las que se ha anunciado no creo se correspondan, ni de lejos, con la capacidad del articulado para mejorar el proceso de adopción internacional en España.

Espero sinceramente equivocarme, pero justamente los aspectos "novedosos" sobre los que más se insiste, por ejemplo, no son para nada una novedad.

Que no se pueda adoptar en países en guerra está definido desde hace tiempo en varios tratados que España ha reconocido y ratificado.

Hecho en falta valentía para romper con una visión de la adopción que la realidad social ha superado claramente. Esa valentía y esa visión no la tienen hoy, me temo, ni los políticos, ni las mismas asociaciones de familias adoptantes.

Tengo la sensación que muchas de las personas que se suponen expertas en este campo están sufriendo una fase de confusión global, muy poco propicia para la elaboración de una normativa que pretende ser válida para muchos años.

Así las cosas, muchas leyes nacieron en el pasado viejas y desfasadas antes de ser aprobadas.

Hoy, mucho más que la adopción internacional, está de moda hablar de los problemas de la adopción. Está muy de moda, desde hace muchos meses casi no se lee otra cosa en los medios, publicar anuncios sobre los futuros desastres de nuestras familias.

Con esta visión sólo se puede elaborar una ley castradora.

Una vez más, me temo, se están levantando barreras, en lugar de abrir caminos amplios, claros y seguros. La seguridad de muros protectores no es lo que necesitan los cientos de miles de niños desamparados de este planeta.

Habrá que volver sobre el tema, seré espectador atento y expectante del trabajo de las Cortes.

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