La vida es preciosa

No hay ninguna duda que la vida se hace a veces complicada, y cuesta arriba.
Hay momentos en los que no sabemos si la subida que nos quita el aliento y que sigue y gira alrededor de esa pared, llegará pronto a bajar y nos permitirá coger aire, fuerza y buen humor.
Pero a pesar de este trozo de realidad que nadie quiere esconder, ni puede: la vida es preciosa.
Y es más preciosa por lo que nos regalan nuestros hijos.
Aquellos momentos perfectos, que destellan y son bellos.

Hoy he comido con una amiga, Mercé, con la que compartimos muchas ideas y convicciones sobre lo que es la adopción.
Hemos hablado largo y tendido de muchas cosas, mucho de nuestros hijos y le he pedido que podamos llevar juntos un proyecto de lo que seguro se hablará pronto.
La he escuchado contar de su viaje, con sus dos hijos en el País donde han nacido.
Le he pedido que ya que le gusta escribir, ha escrito un libro: Un mar d'amor
cuya lectura os aconsejo a todos, escriba lo que a mi me contaba.

Nos hemos visto de repente con los ojos húmedos de emoción y felicidad por que nuestros hijos nos llenan de vida y esa vida, basta un detalle, sale a brotes por donde y cómo puede.

Volviendo del viaje, su hijo dijo que el país le había encantado.
Que quería volver pronto.
"La gente allí, mamá, sonríe mucho y tiene una sonrisa preciosa..."

Es muy, muy bonito...

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