A veces necesitas un mapa


A veces echas a faltar un mapa, que te ayude a cruzar temporadas complicadas de la existencia.
Te gustaría saber con antelación cuando acabará ese trozo de camino áspero y duro, incierto...
Sabes que pasará y que siempre llega un momento en el que la subida se hace bajada, y podrás permitirte de recuperar aliento.

Pero a veces cuesta creer las verdades más obvias. En todos los sentidos.

Hay noticias que afectan más de lo que podías imaginar al recibirlas.
Hay acontecimientos que asumen el valor emblemático de la certeza... y eso duele.

Pero el tiempo es un molino que nunca se para, y aunque la rueda vaya más lenta cuando el río reduce su caudal, pronto llegan las lluvias, el fresco y la alegría.

Así que nada.
Adelante. Mañana más.


Tengo un viaje maravilloso que contar, a pesar de todas las incidencias (bueno de una, una sola).
Y cientos de imágenes que me ayudarán a explicaros lo extraordinariamente maravilloso, terrible y bello, emocionante que es el país donde han nacido nuestras hijas.


El título de esta imagen podría ser:

Etnia y coche, con moto...

Las chicas trabajan en el parque de Zhang Jia Jie. Se hacen fotos con turistas (casi exclusivamente turismo interno, muy pocos narizotas vimos en los 4 días que estuvimos en esta zona de la provincia de Hunan, pese a ser un lugar realmente extraordinario, tanto que ha sido declarado patrimonio de la humanidad)

No os podéis imaginar lo atenta que están a que nadie saque una foto sin su permiso. Permiso que se concede previo pago, obviamente.
Estas imágenes las consiguió Paloma, nuestra lanzada reportera gráfica.
Supongo que no sospecharon de que una niña pudiera esconder bajo la inocente apariencia de la curiosidad una cámara de foto digital.

Y click!!

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