Gracias


Gracias a todos los que habéis dejado un comentario en la entrada Los altibajos en las historias más bonitas
Ha sido quizás una de las entradas más leídas últimamente de Adoplandia, y el tema, la verdad, es bastante impactante cómo para justificar el interés.
Los comentarios de tantos amigos han añadido lo mucho que faltaba a lo poco que estaba escrito y son una muestra de que la enorme mayoría de los padres adoptantes somos, perdonad la falsa modestia en incluirme, personas responsables, que han reflexionado sobre esta opción de familia, que saben enfrentarse a ciertos avatares de la vida y un largo listado de etcétera que no es necesario listar aquí con más precisión.

Quiero añadir unas reflexiones más al tema y dejar correr la pluma... o el teclado, hacia donde me lleve.

Cuando pasan estas cosa, es muy normal preguntarse ¿cómo es posible que esa familia haya conseguido la idoneidad?
Muy sencillo, en el fondo el proceso de idoneidad es como un filtro, o un colador con agujeros amplios, capaz de retener sólo los tropezones grandes pero creo, muy sinceramente, aunque a algunos pueda extrañarle, que es justo que sea así.

A pesar de mi profunda y evidente indignación frente a casos cómo el citado, rechazos inaceptables de asignaciones, y otros que también existen, la verdad, no es haciendo más pequeños los agujeros de ese colador que se consiguen disminuir los casos que nos entristecen y nos indignan.

Siempre he defendido que el proceso de idoneidad es un paso previo necesario, por que si no lo hubiera, entonces sí, que los que avanzarían en el camino de la adopción con ideas muy equivocadas, formarían un ejército de muchos batallones y la adopción una guerra en la que los niños serían, cómo siempre los más débiles, las víctimas predestinadas.

Pero al mismo tiempo considero, que ser muchos más estrictos a la hora de conceder idoneidades, o peor, calcular previamente un porcentaje oportuno de no idoneidades, como en ciertos lugares se escucha, es abocarse a dejar fuera de la adopción a muchos buenos padres potenciales, mientras los más listos, los que saben qué contestar a ciertas preguntas, qué tienen recursos para parecer lo que no son, acabarían igualmente avanzando y provocando dramas.

En el fondo, es lo que pasa.
Entre las historias más tristes que he conocido, de personas que evidentemente no eran idóneos para ser padres adoptivos, ni biológicos... cuento con gente que a primera y segunda vista lo tenía todo para responder positivamente.
Pero que en el momento de la verdad, fallaron.
Solidez económica, formación, estudios, salud, apoyo familiar, recursos (aparentes) para enfrentarse a las dificultades... lo tenían todo, pero no, todo todo no.
Les faltaba lo más importante.
La motivación principal, con todas las consecuencias que esa motivación conlleva, y la capacidad de aguante frente a lo que te viene, aunque no lo hayas deseado.

La idoneidad ideal sería la que valora a los padres en un momento cuanto más cercano a la adopción y posiblemente frente al caso real de un hijo en concreto.
Esto no es posible, evidentemente, por obvias razones técnicas, y no sólo técnicas.

Creer que la valoración de la idoneidad pueda ser un proceso realmente eficaz, es una ilusión y una quimera.
La gente cambia, no sólo aparenta lo que no es, hoy es una y mañana un poco diferente y no siempre con mala fe, podría ser idónea para un niño y no para otro.
Nadie clame al cielo por esta última frase.
Por que nadie sabe realmente lo que nos podría pasar en según que casos y situaciones.

Es vergonzoso que se rechace una asignación por temas de sexo, de edad, de aspectos físicos... pero estas son las cosas más sencillas, y más fáciles de condenar.
Pero cuando abrimos un poco más el abanico de lo que un niño puede llevar consigo...

Cuantos de nosotros podrían pasar a engordar la lista de los potencialmente no idóneos¿?

Es una reflexión que me repito, y nunca encuentro una respuesta definitiva.
¿El listón donde lo ponemos?

Esta mañana con mis cuatros mujeres subí a un autobús, donde una pareja de unos 70 años, llevaba a su hija en silla de rueda, creo con parálisis cerebral.
Veía mis hijas sanas, perfectas, y mientras me sentía la persona más afortunada del mundo, sin haber hecho nada por merecer tanta suerte, una caricia del padre a su hija me hizo saltar las lágrimas, que ahora mismo brotan de nuevo.

A la parada, el conductor accionó la rampa, y al bajar empujando la silla de ruedas le dirigieron un "gracias" sincero y espontáneo al conductor.
"Gracias"
me pareció la palabra más bella y dura escuchada en mi vida.

Un compendio en pocas letras de todo lo más fatigoso y sólido e importante, de los sentimientos más nobles y al mismo tiempo de la debilidad, la resignación, y también de la felicidad y la energía inmensa de aquellos padres hacia su hija, hacia el mundo entero. No pude ver la mirada de la chica, tenía ganas de bajar y darles un abrazo, mas consideré más oportuno que no me vieran llorar y no montar un numerito, me sentí un poco cobarde, pero quizás no les hubiese hecho ninguna gracia... no sé.

La vida son tantas cosas, algunas son pruebas.
Y nunca sabes si podrás superarlas con un notable, pero hay que prepararse para ello, y mientras disfrutar hasta por el más mínimo detalle, de esos colores que esconde cada instante de nuestra existencia.
Es la debilidad más grande que nos aplasta, olvidarse tan a menudo de todo aquello.
Pero es comprensible: no somos más que seres humanos.
Grandes y pequeñitos, casi al mismo tiempo.

Gracias.

Comentarios

  1. Precioso, precioso......

    Tambien veia hace unos años cada dia a un padre de unos 60 años con una hija de mi edad con parálisis cerebral subirla al autobus escolar. Y siempre me habia impresionado la sonrisa del hombre cuando despedía a su hija, la felicidad que emanaba a pesar de la situación ciertamente complicada....

    Leyendo la entrada anterior sobre las personas que han rechazado la asignación, no estoy segura que puedan seguir con su vida así sin más, como tú bien dices, con burdas autojustificaciones. ¿realmente esto no hará ninguna mella psicólogica en ellos, nada?, más pronto o más tarde, sí tiene que pasarles factura, a mi modo de ver.

    Espero que el niño/a sea asignado enseguida a una familia de verdad.

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  2. hola, Roberto no se que tienes en tu corazón que llega a transmitir tanto o sera tu cabeza o las dos cosas a la vez en fin siempre me tocas mi lado mas sensible y mira que yo ya de por si soy una persona algo dura y brusca bueno asi es como me ve la mayoria de la gente, pero tu consigues siempre llegar a lo mas profundo de mi corazón y siempre que te leo, lo consigues tienes muchisima razón hay que ser PADRES y MADRES pero en toda la amplitud de tan bellas palabras. gracias amigo por la sensibilidad y ternura que siempre nos regalas con tus comentarios, Un abrazo.

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  3. Hola Roberto y hola atod@s.... como uno mas yo también tuve ganas de dejar mi comentario y mi indignación ante tanta irresponsabilidad. Hoy también he leído tu artículo y no solo entiendo tu debilidad si no que también acepto el comentario al que haces referencia pues no todos estamos preparados para afrontar la dura y cruda realidad y máxime durante años como es el caso de esos papas de esa criatura con parálisis cerebral... pero de la misma manera que entiendo y comparto no solo tu forma de pensar si no la de muchos compañeros que han dejado su comentario e de decir que la vida me a enseñado a mirar un poco mas allá y a no criticar abiertamente no solo esa forma de proceder si no cualquier ámbito de la vida que no comparta pues yo no soy ninguna de esas personas que han rechazado a esa tierna criatura pero tampoco conozco cual a sido el motivo que les a llevado a proceder así y solamente el tiempo y la propia vida sera capaz de juzgar a estas pobres e infelices familias, si es que se les puede llamar así. Bastante tengo con mis propios miedos y con el hecho de sacar adelante a mis hijos. Ah! y el niño que me a sido asignado es sin lugar a dudas y sin ofender a nadie el mas bonito que hay. Un fuerte abrazo para tod@s.

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  4. Tengo una hija adoptada con labio leporino, y fue rechazada en una asignacion anterior por un conocido medico de Barcelona diciendo que era UN GRAN PROBLEMA, nosotros sin saber que era, con toda nuestra ignorancia la aceptamos,...hoy es una niña con un coeficiente intelectual por encima de la media, y con un amor desmesurado hacia nosotros, es nuestra VIDA, no un PROBLEMA, el tiempo le dara a ese doctor su merecido. Gracias Roberto por todo y sigue asi.

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  5. Querido Roberto.....

    Me conmueven tus palabras y realmente creo que, no les hubiese molestado en absoluto si les hubieras abierto tu corazón demostrándoles lo que te habían hecho sentir esos padres..... Ojalá y todos nos atreviésemos a dar abrazos y pudiésemos demostrar sin reparos y sin vergüenzas nuestros buenos sentimientos y nuestra admiración hacia todos aquellos que verdaderamente se lo merecen..... No nos haría eso posiblemente vivir en un mundo mejor.... al igual que hacemos ver nuestra ira y nuestra frustración ante el más mínimo contratiempo... yo creo que tu abrazo, si realmente sienten que es sincero y no por compasión, algo que se aprecia en tus palabras, ya que, según propia interpretación, casi expresas más envidia que otra cosa, nunca podría molestarles.... más bien al contrario.... les reconfortaría, cosa que también se necesita con más asiduidad de lo que menudo se consigue.....

    Besos y abrazos......
    Pilar-Hervor de gachas

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