China es muy China

Si es verdad que los seres humanos compartimos muchos sentimientos parecidos, es verdad también lo contrario, que la educación y la cultura representan y empujan profundas diferencias entre personas que han vivido, han crecido y se han desenvuelto en lugares lejanos. Es la verdadera riqueza de nuestra especie en este Planeta.
La lejanía no es, o no es sólo un concepto físico de kilómetros o millas de distancia, pero también es eso. 
China no está tan lejos, cuando te enfrentas al viaje con la seguridad de que disfrutarás tanto de la estancia, que cualquier incomodidad merece la pena.
Pero está lejos, y no poco, si valoras las mentalidades y los cientos de pequeños detalles que a cada paso puedes observar, casi a cada esquina, paseando por sus ciudades y sus pueblos. Diferencias que son alimento de ese disfrutar que esperas, de esa constante sorpresa que emociona y da carga positiva a la estancia.
Sólo el respeto de estas diferencia, la curiosidad y el respeto, hacen de un viaje una experiencia memorable.
Y las ganas de repetir cosquillean hasta en el mismo aeropuerto de salida, en ese magnifico contradictorio que se instaura dentro de uno mismo, entre el deseo de abrazar a los tuyos y el buen sabor de boca que te deja el país del que te alejas.
Cuando viajo en los aviones me hipnotiza la pantallita que indica los datos del vuelo, mientras corren los números, se teje en mi cabeza una telaraña de imágenes: hora local en Pekín 10.25 AM, hora local en destino 05.25 PM, millas recurridas 6423, 6425, 6427 ...10.000 metros de altitud, 68 grados bajo cero en el exterior... ciudades cercanas de nombres impronunciables, velocidad de crucero 847 kilómetros... y mientras estos numeritos varían imagino las gentes que vive allí  a bajo, si duermen, trabajan, si los niños se preparan para ir al cole, si están pasando hambre o frío, las dos cosas al mismo tiempo o ninguna. 

Curiosidad, es lo que a veces falta a algunas personas que se desplazan a un lugar del mundo. No se pueden definir viajeros, por que la curiosidad tiene que ser la primera característica de  quién viaja. No sólo la capacidad, si no las ganas de aceptar las diferencias, es otra, básica e irrenunciable.

La belleza sale de las piedras, si uno sabe mirar, cómo una joya de jade desde una roca aparentemente  áspera y bruta. En la foto abajo podéis verlo: el jade se esconde dentro de esas piedras aparentemente insignificantes.

Los mejores momentos son fruto ciertamente de la experiencia y de la preparación, pero también de la paciencia, de la insistencia, de la disponibilidad y de la sorpresa. De la capacidad de sorprenderte, de dejarte sorprender. De la mente abierta.

Arriba, en la foto de las señoras que rodean el carrito, una mamá y nuestra Ling Xiao, en el Templo del Buda Jade de Shanghai, donde hace menos de dos semanas estábamos con las familias que acaban de encontrar a sus peques.

Las señoras hablan entre ellas comentando la adopción de los pequeños "muy guapos" todos, aunque descaradamente se notan sus preferencias hacia uno u otro peque.

Quién ha viajado a China sabe que esto pasa con frecuencia: en un momento te encuentras rodeados de 10 personas que miran, tocan, preguntan, con descaro, sin pudor, sin cortarse un pelo.

Pruebo a imaginar qué pasaría si se encontrara un grupo de 10 familias chinas, por ejemplo en el Paseo de Gracia de Barcelona, con sus carritos llenos de sonrisas de niños locales made in Spain. Muy probablemente no se formaría ningún corro, ni casi nadie preguntaría nada, pero las miradas serían como cuchillos afilados, seguro, empezarían desde lejos, subiendo y bajando como un escaner desde el pelo de la madre a la rueda derecha del carrito y moviéndose después en un barrido de observación falsamente discreta, que se nota y molesta más que esta sincera, espontanea y muy directa curiosidad que nos abraza en China, cuando paseamos con nuestras joyas orientales.

Comentarios

  1. Un relato precioso!!!!
    cuanta razon tienes en lo de que pasaria si fuese eso mismo en Spain :-)

    Paty

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  2. DIFUSIONES SIN MEDIDA: http://difusionesanimalessinmedida.blogspot.com/
    ADOPCIONES A MEDIDA:
    http://busco-perrosdeadopcion.blogspot.com/

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  3. Tienes toda la razón en lo que dices. Yo todavía no he viajado a China porque estamos en espera de obtener el CI pero cuando llegue el momento se que voy a disfrutar de cada momento, me empaparé de todos los olores, ambientes, paisajes, gentes para llevármelo de vuelta con nuestro más preciado trocito de ese país que ya sentimos como nuestro.

    Es verdad que aquí en España y sobre todo en los pueblos aunque también pase en cualquier ciudad, hay personas que "radiografian" con un descaro insultante a Etnias distintas a la nuestra. Creo que hay mucho todavía por hacer y aunque hemos avanzado bastante, todavía no es suficiente.

    Nosotros que vivimos en un pueblo, vemos todos los días que se hacen grupitos de personas pero no se mezclan con los extranjeros, no sea que se les vaya a pegar algo.
    Y aunque se pueda pensar lo contrario, no exagero al decir esto.

    Yo me he criado y nacido en un país multicultural como es Francia y siempre he convivido con diferentes razas, sean chinos, negros, árabes, indios ... y creo que me he enriquecido de ellos. Somos todos distintos pero todos parecidos y merece la pena abrirse a los demás y conocer las culturas de este mundo que hacen su riqueza.

    Un abrazo y hasta pronto.
    http://adoptaextremadura.blogspot.com/

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