Optimista, por decisión y esfuerzo

En general tengo una actitud defensiva hacia la realidad.
En el sentido que intento defenderme de los múltiples ataques que nos lanza  la existencia sin parar, en un día a día que de vez en cuando se parece a un campo de minas.
A una verdadera guerra de destrucción masiva, según otros.
Lo hago, defenderme, doblando la atención y el peso específico que concedo a las cosas buenas, recordándolas una y otra vez, haciendo un esfuerzo constante de valoración positiva.
Pues eso: soy un optimista por decisión y esfuerzo, digamos :-))
Estoy convencido de que las cosas (y las personas) son según uno las mire y las vea.
Raramente lo contrario.
Digo que las personas y las cosas, aunque he dudado un poco en añadir las personas.
¿La mala gente es mala y punto?
Me temo que tampoco.
De lo contrario sería más fácil cruzar el mundo, el maniqueísmo es un ismo tan común cuanto poco eficaz para entender a la gente y al lugar en el que vivimos. aunque resulte cómodo, como todas las actitudes superficiales.

Según la cantidad de energía que dedicaremos a exaltar las cositas buenas, para que las positivas estén siempre presentes iluminando nuestro camino, cruzaremos el túnel y llegaremos a la salida en un tiempo aceptable,  de lo contrario fácilmente nos perderemos en el vacío oscuro de la desesperación.

(Un poco cursi esta frasecita, pero no la voy a cambiar, lo cursi a veces también ayuda a comprender :-))

Ser positivos significa esperar. Esperar a ver si el desastre anunciado se transforme o no en una derrota: por que a veces se gana. Es más fácil ganar cuando uno cree en esa posibilidad.
Ser optimista significa tener paciencia.
Esperar para ver como evolucionan las cosas más allá del corto horizonte de un día, de una semana o de un mes... a veces de más tiempo. Sin dar nada por perdido hasta que realmente esté perdido.
Y cuando se haya perdido, tener bien claro que casi siempre hay otras cosas que coger, por la que merece levantar cabeza.
No es nada fácil.
Como decía: soy un optimista por decisión y esfuerzo.

A veces, simplemente, la táctica es de dejar que las cosas fluyan, vayan deslizándose hacia su curso inevitable. Desviar un río de su lecho natural, puede ser muy peligroso, puede ser simplemente inútil por efímero.
Pero la estrategia es no ser demasiado reflexivo, dudoso e indeciso.
No hay siempre que dar mil veces vueltas al mismo tema.
Y sobretodo, sobretodo dos cosas:
1) cuando se toma una decisión prohibirse la pregunta ¿y si....?
2) buscar la solución al problema, ser prácticos, y no dejar más del tiempo estrictamente necesario la atención sobre la gravedad, injusticia, complicación del problema.

¿puedo resolverlo?
sí! Adelante.
No puedo resolverlo?
Paciencia. Seguir en otros asuntos.
¿Puedo hacer algo, aunque sea parcial?
Haré ese poco, aunque sea poco, por que será siempre mejor de la nada que representaría el bloquearme, atrapado por la incapacidad de resolver del todo "esa" cosa .

Empecé esta entrada con el deseo de invitaros  a leer un post muy duro de mi querida amiga Carmen:
La maternidad toda una aventura

el post concretamente se titula

¿Destino?

y desde esa intención he llegado a escribir esta entrada...
¿qué ha pasado?
Ha pasado que en el post de Carmen hay una frase final que merece la pene repetirse mil veces y que ha empujado a salir las líneas de arriba:

"no puedo evitar que me duela profundamente. Sí, ayer se me vino el mundo encima y me está costando mucho levantarlo. Pero lo levantaré, eso seguro"


Y añade: Por mi Carmen!!
Sí, por ella, por ellas, por nuestros hijos que nos hacen sufrir por que y por cuanto los queremos, y nos dan fuerza, por que los queremos.
Aunque no hayan llegado todavía.

Comentarios

  1. Gracias, amigo mío.
    Al empezar a leer tus palabras he pensado que venían muy al hilo de lo que estoy viviendo y me encuentro con mis palabras.... me he emocionado.
    Sentir vuestro apoyo es muy importante.
    Que grandes amigos se hacen en internet.
    Un fuerte abrazo, que seguro algún día nos damos en persona.
    Carmen

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