Variaciones libres sobre recuerdos, olvidos y sectas

Se han publicado muchos libros sobre el tema "de qué estamos hechos", y todo lo que se escribe a propósitos suena a repetición, pero a veces repetir ayuda.

Ayuda a entender y ayuda a recordar, y recordar es importante.
Es importante acordarse en el momento oportuno, por que no sirve o sirve mucho menos, recordar después de haber cometido el error por culpa del olvido.
Siempre se puede pedir perdón, y es bueno. Pero no es lo mismo que haber evitado el error por recordar a tiempo un detalle, una anécdota, algo que nos habría ayudado a comportarnos con la persona que teníamos enfrente, en lugar de meter la pata hasta...

Estamos hechos de recuerdos. Si me paro a pensar me abruman los recuerdos y se me olvida la tortilla en el fuego.
Algunos dicen que la experiencia es esa cosa magnífica que sirve para darte cuenta del error después de haberlo cometido, o algo así.
Me temo que muchas veces es cierto.
Pedimos a los hijos que confíen en la experiencia de sus padres, pero sus padres demuestran cada día su inexperiencia, por ejemplo al no darse cuenta de los cambios, quedando anclados a otra época o lanzándose hacia el extremo contrario, mezclando los papeles, haciéndose los modernos sin ser capaces de serlo. En definitiva, olvidando su pasado, de cuando ellos eran niños.

Los recuerdos son fundamentales, hasta en lo más nimio: nos ayudan a sobrevivir cuando cruzamos la calle.
Si olvidáramos que el color rojo frente al paso de cebra indica que hay que pararse, si olvidáramos que el verde indica a los coches que pueden pasar, al segundo cruce estaríamos perdidos.
Sonrisas... ¿quién puede olvidar de lo que significa el rojo?
Hombre, muchos se olvidan de cosas hasta más sencillas.

Pero a veces olvidar ayuda.
Si recordáramos todo lo que se ha dicho y hecho, que nos han dicho o que otros nos han comentado han hecho, la vida sería un infierno.
Estaríamos todo el rato pasando de un estado de ánimo a otro, enfurruñados o con una sonrisa de oreja a oreja, y muy probablemente a destiempo, recordando una broma en el momento en el que hay que ser serios, o el contrario.
Si los recuerdos desfilaran constantemente delante nuestro como en una pantalla de la que no podemos quitar la vista, entraríamos en un bucle de inexperiencia, parándonos a quién sabe que edad.

La naturaleza es cruel y sabia.
Nos hace vislumbrar cómo tendrían que ser las cosas, pero nos regala todo tipo de patología de vista, vemos mal desde lejos sin gafas y nos la tenemos que quitar para leer este blog, o al revés. O sea, que nos deja solos a la hora de aplicar esa enseñanza.
Entre recuerdos y olvidos.

Muchos van en busca desesperada de un hilo conductor en este aparente y contradictorio caos.
Algunos creen haberlo encontrado, y fundan o se apuntan a una secta.

Muchos renuncian a esa búsqueda, tiran la toalla y van haciendo, cómo buenamente pueden.
Acertando y equivocándose.
Y se apuntan a Facebook.

La vida es así de maravillosamente incierta y peligrosa.
Hay que ser generosos con los seres humanos, son tan débiles...

Tanto que a menudo representan una seria amenaza para sus con símiles y hasta para el lugar que a todos nos acoge.

;-)

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