Disparar a ciegas puede matar

Por buenas que puedan ser las intenciones, las guerras son siempre la derrota de la inteligencia.
Es fácil dejarse llevar por la tentación de creer que nuestra porción de realidad sea más real o más importante que otras, cuando no la única.
Dudar, ponerse en discusión, saber escuchar y aceptar otras visiones de la existencia allí reside la verdadera justicia.
Diferenciar con paciencia: es el instrumento más eficaz de mejora de este mundo.
Pocos son capaces de ejercer esta práctica, la mayoría, justamente por hacerse abanderados de una teoría, al fin y al cabo simplona, olvidan el sentido común, se transforman en una bala.

Un día descubrirán que disparar a ciegas puede herir y hasta matar a inocentes.

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