Consideraciones a partir de un artículo de Jesús Palacio

Ayer el País publicó un amplio artículo de Jesús Palacios (catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla) titulado:


Resumiendo mucho, se denuncia la existencia de un número espantosamente alto de niños institucionalizados, las inaceptables resistencias de las Administraciones para hacer algo serio y continuo para cambiar este desastre, y por último, aunque más importante, el daño incalculable que se le está haciendo a miles de pequeños privándole de lo más fundamental: 
"Los humanos estamos hechos de un material que en la infancia necesita dedicación individualizada, compromiso personal, presencia y disponibilidad habitual de buenas figuras de apego"

Jesús Palacio recuerda:
"Por un lado, el de la adopción internacional, que tan positiva ha sido"
aunque después añade una coletilla con la que evidentemente no puedo estar del todo de acuerdo, dice:
"y al que tantos recursos se han dedicado".
Los recursos para la adopción internacional no han sido ni de lejos los que se hubiese necesitado, pero no quiero, ni creo oportuno poner el acento su estas pocas palabras en un artículo que es en su conjunto muy, muy acertado.
Y oportuno, claro. Esos miles de niños que malviven en instituciones que serán limpias, bien atendidas, bien financiadas etc. etc. pero que no dejan de ser horribles cajas vacías de amor y atenciones familiares, son una herida abierta y sangrante en una sociedad que quiere ser civil. Y nunca serán suficientes las denuncias y las presiones para que estas situación cambie.

La legislación española ya indica que los niños tienen que estar en familia, pero las leyes no se cumplen y lo que es más paradójico, por parte de la misma administración que tendría que ser la encargada de hacerlas cumplir.
Nadie ya se sorprende, es lo que vemos todos los días, en todo ámbito de la vida social.
Así que lo cierto es, que por muchas leyes que se hagan, si no hay una verdadera implicación de la Sociedad a todos los niveles, esas leyes no servirán o servirán muy poco.

Y aquí se me permita, por que viene muy a cuenta, tocar un tasto que en el artículo de Jesús Palacio se obvia, no sé si a propósito, aunque creo que sí. Es un tema que en estos tiempos se definiría como "políticamente incorrecto".
Qué rápido cambian las cosas. Hace unos años no hubiese tenido ninguna rémora en defender un hecho tan claro. Pero hoy, siempre más, se mezclan las cosas y se ponen en oposición, se radicalizan las posiciones, y en lugar de buscar el equilibrio se polemiza sobre términos que sólo pueden coexistir  para que esa herida se cure.
Voy al grano.
Una de las razones por la que tanto éxito ha tenido la adopción internacional frente a la nacional es por la incertidumbre legalizada en la que se encuentran los aspirante a padres que desearían emprender el camino de esta última. La ley sigue permitiendo, aunque ha habido algunas mejoras, que el vínculo de la sangre prevalezca demasiadas veces frente al derecho de cualquier niño desamparado a tener la mejor familia posible. A tenerla de verdad, y no por un tiempo.

Por que por mucho que sea cierto que para cualquier coche es mejor estar en un aparcamiento cubierto un tiempo que por ningún tiempo, es todavía más cierto que si estuviera siempre en un aparcamiento cubierto la carrocería del coche duraría intacta 100 años.
Me disculpen el símil. Está claro que los niños no son coches ¿verdad?

El camino hacia el bien de los niños es dejar de considerarlos coches, que pueden pasar de aparcamiento a aparcamiento.

La solución, o el camino hacia ella es hacer todo lo posible para que ese derecho de propiedad que todavía se le concede a la  sangre en la leyes y en las mentalidades, pase a tener un valor relativo, directamente proporcional a al bien definitivo de los niños que han sido declarados en desamparo. Es decir, en muchos caso y desgraciadamente, un valor cero, un valor que se ha perdido por circunstancias seguramente injustas y dolorosas, pero con las que NO tienen que cargar los niños.

El deseo de amar a un hijo, de tener un hijo, no está en contradicción con el derecho del niño desamparado a tener una familia. Las dos condiciones tienen que darse, y al mismo tiempo. Y si no se dan, y al mismo tiempo, de poco sirve clamar al cielo por el atropello de los derechos de los niños sin familia. Al contrario, se crean un clima de sospecha, prejuicio, y hasta condena hacia una parte tan fundamental para la creación de una familia, cuales las madres, los padres, las parejas, que son una pieza inevitable de ese magnifica invención y tan eficaz que son las familias.
Siempre que se observen las cosas desde un prisma parcial se irá hacia el camino equivocado.
Hay muchísimas personas que desean tener hijos y muchos niños que tienen derecho a tener unos padres.

Se favorezca la condición estable, su seguridad también jurídica, de las potenciales familias y se curará con mucha más rapidez esa herida enorme representada en nuestra sociedad por los miles de niños institucionalizados.


PD
No estoy aquí reclamando que se borre, se cancele, se olvide la familia biológica, ni mucho menos, faltaría más. El tema evidentemente es muy complejo, y es quizás por esto que Jesús Palacio no lo ha tratado en su escrito. No se puede hablar de todo en el mismo momento.

Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo contigo, pero la realidad es otra, en mi comunidad autónoma han devuelto un bebe a su madre que lo habia dejado en un contenedor de basura.
    Otro caso, que conozco de primera mano dos veces ha pedido una madre biólogica a su hija dada en preacogimiento adoptivo, y dos veces se la han devuelto los padres adoptantes, y los hermanos mayores dicen "a nosotros también nos vas a devolver si viene nuestra otra mama". Sin comentarios y vale que no es lo habitual pero existe.
    Esto es lo que nos ha llevado a la adopción internacional, las dificultades de la nacional que muchos no estamos preparados para soportar.
    Y falta el comentario de acoje que señores acojer no es adoptar otra cosa que a la gente le cuesta mucho entender.
    Un saludo
    María

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  2. Estoy muy de acuerdo contigo, Roberto. En España habría que cambiar leyes y mentalidades para que verdaderamente prime el bienestar del menor. La realidad es que prevalece la biología frente a ese bienestar.
    Una amiga mía, amiga de la infancia, ha estado 13 años esperando a que su hijo fuese legalmente su hijo; 13 años con una espada de Damocles que no podían olvidar. NO todos estamos preparados para eso. Yo no al menos. Esa fue una de las razones (que no fue única) para decantarnos por la adopción internacional.
    Y entre la prevalencia de lo biológico y el excelente negocio que suponen los centros de acogida..... no van a estar vacios nunca. es triste pero es la realidad.
    Creo que nuestras autoridades es en los niños en quienes no piensan en absoluto.
    Un fuerte abrazo

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  3. Pues yo he de decir que la adopción nacional me la he planteado pero siempre la he descartado porque no estoy dispuesta a que me ocurra algo así, no soy fuerte para soportar perder a un hijo. Y señores: una madre que tira un bebe a un contenedor no tiene perdón, lo siento, no merece tener a ese hijo, porque alguien que hace algo así que es lo que espera que le ocurra a ese bebé, pues que muera sino lo dejaría en otros sitios, y alguien que hace ese debería entenderse como que ha intentado matarle y eso que yo sepa es delito, así que deberían ir a la carcel. Y perdonad mi radicalismo, yo no lo entiendo de otra manera, porque hoy dia quien no quiere tener hijo tiene alternativas, hay información al alcance de todos y medios para no traer un niño al mundo sino se desea.
    Isabel

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  4. Gracias por acercar hasta aquí este artículo que no había leído, y como estoy de acuerdo contigo..., pero creo que esto de que prime lo biológico es algo tan dificil a superar..., aunque ya somos una gran minoría que nos hemos dado cuenta que los genes que portamos, nuestros rasgos no son más que una anécdota más en nuestra compleja vida, y nunca determinarán la paternidad o maternidad de nadie...
    Bueno, un placer leerte, y reconforta el saber que existen personas como tú, como vosotros.
    un abrazo
    Felisa

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  5. Ya era hora de que se diera a conocer a la opinión pública, la situación de los menores en España.

    Por suerte últimamente estan apareciendo varios artículos de opinión respecto a este tema, seguramente porque los datos de niños institucionalizados han escandalizado en Europa.

    Las leyes tienen que cambiar ya para que el interés del menor sea el bien supremo a proteger, y no esté sometido a la tiranía de los que un día lo engendraron.

    Los que tienen en sus manos el lucrativo negocio de los "CENTROS DE PROTECCION", no lo pondrán fácil. El tema es sencillamente, escandaloso.

    Derivemos a los niños a la acogida familiar o a la adopción, teniendo únicamente en cuenta el bienestar y la estabilidad del menor y no el considerarlos propiedad de nadie.

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  6. Totalmente deacuerdo,ya que son temas en los que hay mucho que rascar,máximo cuando los padres adoptivos somos los primeros en preparar a nuestros hijos para la postadopción y su derecho a la identidad,asi que lo más lógico es que tambien se mire por el menor sin mirar tanto la genética,que de mayor ya hará lo que este en su derecho hacer,pero que de pequeño no le priven de lo más elemental el derecho a una familia .Cuando todo esto les cuesta tanto ejecutarlo es lógico que la sociedad que despierta y ya no es como antes y se dá no solamente más cuenta de las cosas sino que las dice por todos los medios a su alcance que hoy en día son muchos ,pues al final piense que sino se cumplen algo habrá que les convenga...........tanto centro cobrando como cobran me parece aberrante ,vamos más que cualquier mileuriano de hoy en día y casado y con hijos..........en fín un poco oscuro el tema si se ve y habrá que empezar a aclararlo:-)))
    Tanto que exigen a las familias que con todo su amor adoptan,más les valdría dar ejemplo a ellos........y es que ya se sabe.
    "Haz lo que digo pero no lo que hago"

    Mª Carmen

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