Hacer previsiones tiene poco sentido

Uno de los deseos más fuertes de los seres humanos es poder controlar de alguna forma su futuro.
Supongo que como todos sabemos exactamente como vamos a acabar, antes o después, somos capaces de meternos 4 o 5 lonchas de jamón encima de los ojos a la hora de observar las innumerables pruebas de lo poco que valen las previsiones y lo equivocados que estamos, no tanto en jugar en intentar hacerlas, si no en basarnos en ellas seriamente a la hora de decidir la dirección que dar a nuestro futuro.

Si rebobino mi existencia me doy cuenta de que lo único que me ha permitido llegar medianamente entero en el charco donde ahora intento con alguna que otra dificultad mantenerme a flote (no diré intentar ser feliz, por que ya se sabe que cuando uno dice no de serlo!!! Faltaría!!! si no de que lo intenta, se le echa encima ipso facto un pelotón de ejecución de envidiosos dispuestos a todo para demostrarte lo equivocado que estás, o mejor: lo gilipollas que eres en expresar abiertamente ciertos deseos y aspiraciones ;-)
Así que nada, decía: en este valle de lágrimas intentando no ahogarme en las mismas... si a ratos lo he conseguido ha sido mucho más por cierta capacidad de adaptación que no por haber acertado previsiones.

Las he hecho claro. Por ejemplo, es importante decidir los estudios correctos para el futuro laboral. Así estudié en el Instituto Agronómicas y al cabo de unos años... decidí que la Facultad fuera de letras, me gustaba leer, escribir, me emocionaba la historia... pues por allí había que estudiar para buscar un trabajo que me motivara... me especialicé en Historia y al cabo de unos años de investigador de Historia Medieval, me metí en esto de la adopción y revolucionó mi vida.
Que ya había cambiado y no poco: ¿quién me hubiese dicho, no mucho antes, digamos un año y medio antes, de que me hubiese venido a vivir in the Spain?
Le hubiese dicho que estaba loco de atar.

Bueno, no os sigo aburriendo con mi vida. Quizás no sea muy ejemplar, pero conozco a muchos que han ido siguiendo la corriente del río y que sólo mucho después se pareció todo eso a un hilo conductor  y no a unos tumbos sin sentido por aquí y por allí.

A qué viene esto en Adoplandia... pues está claro. Me resulta y resultará muy difícil hacer previsiones sobre el futuro de mis hijas, y no las empujaré hacia nada rígido, las apoyaré en lo que a ellas le pueda parecer interesante y útil, y les diré que lo que cuenta realmente es no dejar escapar la oportunidad cuando aparezca y nunca matar la inspiración fundada por que unos años antes se había establecido otro programa.
No será fácil.
Por que al mismo tiempo hay que conciliar la creatividad con la implicación en lo que se hace, y la inspiración no es una visado hacia el País de los vagos, si no todo lo contrario.

A ver como nos sale, quizás, pero.... no hago previsiones :-))




Comentarios

  1. Bueno, Roberto...no puedo estar MAS de acuerdo contigo...y fíjate que yo hasta hace nada creía que podíamos prevenir, prever y planear...hasta hace nadita!!!
    Ahora me doy cuenta de lo ilusa que fui...
    Pero darse cuenta de este aspecto incontrolable de la vida es ESTUPENDO...porque cuando te sorprenden cosas que no te gustan de ella...creo que eres más capaz de adaptarte, porque tienes claro que a la vida no se la controla...un besote...me ha gustado mucho este post...

    ResponderEliminar
  2. Para los que no tenemos la misma facilidad de pluma, deberías incluir un botón de "Me Gusta" y bueno creo que no hace falta repetir que el post ME HA GUSTADO MUCHO

    Un abrazo, Fina

    ResponderEliminar
  3. Has acertyado de pleno, por lo menos en lo que a mi me concierne , creo que esta entrada es muy acertada , la vida es completamente una lucha por saber realmente lo que conseguiras, las cosas no vienen solas hay que buscarlas y creer firmemente en lo que decidas hacer, no solo la suerte basta hay que pelear por todo aquello en lo que creas conseguir, los fracasos te enseñan a ser consciente de que en esta vida no todo es tan facil sin haber luchasdo antes, asi es que amigo Roberto un 10 por tu post.

    Un abrazo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Gracias por dejar tus palabras. Los comentarios se agradecen y animan!

Entradas populares de este blog

Nadie es prescindible

Madre, hijo y Eckhart Tolle