Derechos

En octubre de 2006 publiqué en este mismo blog un escrito sobre el derecho de las familias adoptantes a ser consideradas familias normales.
Han pasado más de 5 años, no es que se haya repetido el episodio concreto que provocó esa expresión pública, pero me parece que muchas de las cosas que allí escribí siguen siendo muy actuales.

Os copio aquí el texto:

"J. F. en aquel momento Secretario de Familia de la Conselleria de Benestar y Familia de la Generalitat de Cataluña, había aparecido en los medios con muchas declaraciones que habían preocupado a tantas familias.
Desde entonces han pasado muchas semanas. Ha habido unas elecciones en CAT y una conversación franca y cordial entre el señor Funes y varios responsables de las Asociaciones de Familias, ...
A esta primera versión del manifesto han seguido otras, con varias correcciones. La "definitiva" se ha publicado en le n. 13 de la revista Nihao.
Puede que en el futuro sean necesarios ulteriores retoques.
La publico aquí por su valor, intrínseco y documental.


Las familias adoptantes somos familias que aspiramos a la serenidad y a ser felices como cualquier ser humano.
Deseamos disfrutar de una normalidad imprescindible para el desarrollo de nuestros hijos y por esto hemos luchado y seguiremos luchando todos los días, con todas nuestras fuerzas, defendiendo el derecho de todos los niños y de nuestros hijos, que son niños, a ser tratados con atención y respecto.
En estas últimas semanas hemos asistido a un sin parar de proclamas y comentarios, vertidos en los medios de comunicación, sobre la adopción y la adopción internacional en especial.

Teorías y afirmaciones que, a pesar de que podemos suponer son fruto de buenas intenciones, han generado un evidente y palpable clima de sospecha y hostilidad.
En una parte de la ciudadanía se ha forzado una idea equivocada de la adopción internacional y de las familias, que gracias a este camino, han podido o desean llenar sus hogares de felicidad y de día a día, de alegría y de preocupaciones, de esa a veces dificil plenitud que deriva y revierte en el bienestar de los niños, de aquellos miles y miles de niños que no han tenido nunca una verdadera familia o que en algún momento la han perdido.
Defendemos:
El derecho del niño a no estar ni un día más de lo estrictamente necesario en un orfanato, centro, institución o como se quieran definir aquellos lugares que todo pueden ser, pero nunca el mejor lugar donde ir acumulando años.
El derecho de cualquier niño a ser querido, cuidado, amado y protegido, es decir el derecho del niño a tener una familia.El derecho del niño a tener un futuro.
El derecho del niño a tener oportunidades.
El derecho del niño a vivir y no a sobrevivir.
El derecho del niño a ser un niño.
El derecho del niño desamparado a dejar de serlo.
El derecho del niño a no verse obligado a hacerse adulto mientras los adultos buscan soluciones a los desastres provocados por ellos mismos.
El derecho del niño a no morir mientras se buscan soluciones adecuadas...

Las familias adoptantes deseamos que se proteja la legalidad y que las leyes se cambien si no son eficaces instrumentos de protección de los derechos de los niños. Las familias adoptantes luchamos cada día para que los derechos, la prepotencia y los prejuicios de los adultos, se llamen sangre, entorno, estados, nunca se sobrepongan a los reales derechos de los niños que ya han nacido o supongan para un sólo niño un sufrimiento innecesario.

Las familias adoptantes estamos en primera fila y concienciado más que nadie en la batalla contra el derecho de propiedad que ciertos adultos pretenden ejercer hasta las últimas consecuencias. Las familias adoptantes tenemos en nuestras filas el porcentaje más elevado de adultos que desean que no exista ni un niño más que sufra en este mundo. Nada justifica el sufrimiento de un niño, nada justifica su muerte.
Es profundamente injusto oponer el deseo de ser padres a los derechos del niño a tener una familia, los dos elementos tienen que coincidir o no existirá nunca una real solución al derecho del niño de disfrutar de la mejor familia para él.
Las acusaciones realizadas de una forma generalizada son por esto superficiales y pueden llegar a ocultar los verdaderos problemas y alejar su solución definitiva, nunca los proclamas, ni de buenas intenciones serán la solución a los problemas de los niños.
Las irregularidades, siempre cuando las hayas, tienen que ser corregidas directamente.Los proclamas y los anuncios son más propios de la propaganda electoral, que de una eficaz acción para solucionar los problemas. Las asociaciones de familias adoptantes reivindicamos haber sido siempre los máximos defensores de la legalidad y del buen hacer, por encima de cualquier interés particular y por delante de otras entidades.
No podemos aceptar que se diga o se sugiera lo contrario.
Pretendemos que los responsable de la Administración encargados de la defensa de la familia, a cualquier partido político y color pertenezcan, extremen todas las precauciones posibles a la hora de verter en los medios afirmaciones que hacen un daño incalculable sobre todo y como siempre al anillo más debil: los niños.
El mayor derecho de los niños es poder crecer en un entorno familiar seguro, íntegro, rodeados de ese cariño y de esos cuidados que representan un factor imprescindible, superior a cualquier otro aspecto en la defensa de sus derechos: el deseo de ser padres se junta y permite sin contradición alguna la realización de este derecho. Estamos muy lejos de querer colgarnos ni que nos cuelguen medalla alguna. Pero tampoco deseamos que nos metan a todas en un mismo saco por la razón exactamente opuesta.

Las familias adoptantes deseamos se nos reconozca el derecho a ser familias normales y poder servir todos los día a los derechos superiores del niño, de cada niño y por supuesto de esos niño que son o serán nuestros hijos.

(Roberto Pili)

Comentarios

  1. Son cosas tan obvias, tan de sentido comun. Pero claro, el sentido comun, la verguenza y el interes por sus conciudadanos no son monedas que hoy en dia manejen las clases dirigentes.

    Gracias de un padre adoptante por plasmar estas obviedades y apreciaciones tan sensatas.

    Un abrazo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Gracias por dejar tus palabras. Los comentarios se agradecen y animan!

Entradas populares de este blog

Nadie es prescindible

El dragón que devora el sol