¿Confusión?

No es tarea fácil, en estos años de descomposición social, ofrecer una imagen de seguridad, serenidad o fortaleza a nuestras hijas. Llegaron en una época de bonanza, o por lo menos de tranquilidad económica y ven como poco a poco los papás tienen que ser siempre más prudentes con los gastos y mucho más con los caprichos. Esos caprichos que de vez en cuando alegran el día o la semana... Y qué queréis que os diga, me encanta cuando nos podemos alegrar aunque sea un día más de nuestra vida...

Es cierto que lo que de verdad alegra la existencia no son los bienes con precio en euros, pero creer que en este trozo de mundo, el lugar donde vivimos, de repente se puedan eliminar ciertos bienes sin más problema que pasar una servilleta y zas... pues, es ser poco realistas.
Ese camino se está andando, desgraciadamente en muchos casos, y requiere de muchos pasos: algunos, repito, no voy a decir que me alegro de darlos. Hay que darlos muy a nuestro pesar.
Nos encanta salir, viajar, comer, leer, ir al cine, o tomar algo frente a la playa, nada del otro mundo, en fin... pero hacer cosas cuesta y siendo 5 más.

Hay muchos noes por cosas que antes eran sencillas y naturales de conseguir, y también, nuestras hijas, perciben con más frecuencias tensiones por las preocupaciones que nos rodean.
La palabra crisis está muy instalada en su vocabulario y, con frecuencia, cuando una pide más de la cuenta, sus hermanas le contestan abroncandole con un fuerte:  ¿pero no lo sabes que estamos en crisis?
El hecho de que se lo digan, en momentos diferentes, la una a las otras, y todas participen en este juego significa, evidentemente, que no han interiorizado del todo de la situación.
Y me alegro, por que sería más triste todavía que no fuese necesario recordarselo por tener ellas tan claro que soñar no sirve, desear es inutil y al pedir no habrá nunca un  venga, vale!! como respuesta.

Lo cierto es que hay cosas que se pueden todavía hacer gratis.
Por ejemplo respirar.
:-)) es broma (¿es broma?)

No, lo siento, no soy tan pesismista. Intento leer poco los periódicos y menos las noticias económicas, así de vez en cuando uno se puede escapar de la permanente angustia de lo mal que va todo.
Las malas noticias directas llegan igual, claro, pero por lo menos no nos hacemos cargo de los problemas de TODO el resto de la humanidad y a todas horas del día (y de la noche).
Hay que protegerse.
Y hacer cosas, redescubrir actividades que se han un poco olvidado. Puede ser muy interesante.

Por ejemplo el otro día nos dimos un agradable paseo por las playas de Barcelona.
Supongo que nosotros mismos fuimos parte del expectáculo, sin duda alguna! Dos narizotas con tres chinitas son algo que llama la atención.
Pero qué divertido fue simplemente pararse a mirar, sentarse en un banco y observar a la gente que pasaba, y eran miles y miles, entre locales y turistas. Todo el mundo aprovechando de la espléndida jornada se lanzó a la costa...
Paseantes sin más, aunque algunos vestidos de las formas más estrambótica, ciclistas con bicicletas de toda forma y color (nunca me había fijado en la cantidad de modelos y diseños que hay en este campo...)
Músicos, equilibristas, bañantes y gente sencilla, callada o animada en discusiones, con la mirada perdida en el cielo o fija en algo que le apetecía mirar. Parejas que se peleaban, que se besaban más o menos apasionadamente, niños en plena rabieta, otros con sonrisas bellísimas y enormes :-)

Si miras todo este mundo con tristeza y desánimo te parecerá que todo es caótico, confuso y impregnado de locura de la mala. Que no hay salvedad, que todo se caerá y nos arrastrará hacia... hacia ¿donde?
Pero de repente tus niñas hacen una broma, nos reímos, el sol es agradable, la luz destella en una ola a lo largo del mar y la alegría nos abraza y todo eso cambia de color, se hace bonito en un momento y detectas con claridad absoluta cuanto son importantes los ojos con los que miramos nuestras vidas. A pesar de todo, sí a pesar de todo.

Hace unas semanas leí una frase de Alain (1868-1951) filósofo francés, que quiero usar para cerrar este post:

Lo mejor que podemos hacer en favor de quienes nos aman es seguir siendo felices.





Comentarios

  1. Muy de acuerdo, intentaremos ser felices ante tanta calamidad por nosotros y nuestros pekes!!
    Besos

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  2. Mi peque pre-adolescente tiene muy interiorizada la crisis, y aunque no es de pedir muchas cosas, bueno... no pide a penas nada, hoy le hemos regalado unas canicas compradas en un bazar.
    Ahora me pregunta que cuando son los despidos en mi empresa, sí, está al tanto de que tenemos un ERE.
    Con 11 años lo oye todo y pregunta aún más.

    En fin, yo le quito hierro al tema por que creo que me debo mostrar más feliz de lo que puedo ser...

    Por él!

    besos

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