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Mostrando entradas de abril, 2014

Guisar adolescentes

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El año pasado, más o menos por estas fechas escribí una entrada titulada Adolescentes . Repetiría palabra por palabra ese post. Hay toneladas de literatura y ensayos sobre el tema. Muchos ofrecen fórmulas para enfrentarse al reto de tratar con un adolescente en plena explosión hormonal y cambio... climático :-) Esa primavera de tiempo imprevisible. Tormentas repentinas que borran en un segundo agradables rayos de sol, lágrimas y rebeldía entrelazadas de alguna sonrisas y mucha broma socarrona. Las generalizaciones no me gustan. Siempre son muy débiles e imperfectas para entender el fondo de la cuestión (había escrito problema, pero corrijo). Generalizar es un poco cómo quitar las hojas al perejil y tirarlas. Te quedas con las ramas que son las que menos gusto dan al guiso. Cualquier cocinero tiraría las ramas para quedarse con el variado y perfumado diseño de las hojas. O no tiraría nada, cortaría todo muy finito y lo esparciría en el plato de la vida, condimento de variados ingre

Parad un momento cada día.

Estamos metidos en una espiral de locos. No hay tiempo, ni espacio, ni posibilidad de pararnos a pensar. Pararnos de verdad. Pensar significa concentrarse. No hacer nada más que eso. No puedes pensar si cada dos minutos interrumpes el flujo de ideas y el silencio para contestar a un correo, una llamada, o una nota de cosas por hacer, que no dio tiempo de acabar ayer. Cuando no un whatsapp, un me gusta de facebook o un bombardeo de twitter. Todo esto es muy interesante, útil, hasta necesario para tu trabajo. Pero... ¿esos momentos de reflexión que nos ayudan a situarnos? A ordenar las ideas, a entender, a observar los que nos pasa desde distintos ángulos: ¿donde los dejamos? Aplicar la humildad de la observación requiere sosiego y calma. Requiere, en determinados momentos, no hacer nada. Nada más que eso. Es decir muchísimo. Nuestros hijos aprenden más de nuestro ejemplo que de nuestras palabras. Y allí están los fallos más graves. No sirve darle a la maquinita del bla bla, cuando