In-[comunicación]

Para entender el otro hay que escucharlo. Apagar nuestro canal de emisión, que siempre provoca interferencias, y concentrarnos en lo que él nos transmite. No utilizo la palabra dice: lo que él nos dice, por que puede decir una cosa, pero estar pensando otra diferente. 
A menudo, a pesar de prestar mucha atención, no somos capaces de entender su idioma. Aunque hablemos la misma lengua. 
Con los niños esta atención tiene que ser todavía mayor, por que muchos adultos nos hemos olvidado por completo de como pensábamos cuando eramos niños. El error más frecuente es creer que un niño, frente a una determinada situación, utiliza el mismo sistema de valoración y trae las misma conclusiones que un adulto. Es un error garrafal. 
Pero sobretodo: si casi no hay dos adultos que piensan de la misma forma ¿cómo imaginar que lo hagan los niños? 
Muchas veces escucho padres que se sorprenden de ciertas actitudes de sus hijos. 
La sorpresa viene por que creen que lo que ellos piensan es obvio, normal, correcto. 
Puede hasta que lo sea, pero esto puede servir muy poco para entender de verdad a nuestros hijos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Nadie es prescindible

El dragón que devora el sol