Tejados

Me encantan los tejados. Estar bajo su protección. Mirarlos de cerca o en un punto alto observar el conjunto, un paisaje de tejas oscuras de un pueblo tradicional.
No sólo en China.
Imaginar la vida que se agita bajo esas tejas...

Bajo el mismo techo...

Cuando empecé este blog no imaginaría que con una rapidez que nos deja sorprendidos y hasta desprevenidos llegara el momento de hablar de alas que se despliegan para volar puede que lejos.

Falta poco, demasiado poco tiempo.

Y de vez en cuando nos sorprendemos también con la vejez de esa pregunta retórica ¿donde está mi bebé de China? que ya no hace gracia a nadie.  Y menos a ellas.





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