Mi casa, teléfono...


Acabo de cerrar una entrada que me empuja a la necesidad de escribir más, para no dejarla cómo portada del día.

Hoy mis hijas han visto por primera vez E. T.

Creo que han pasado más de... bueno lo he buscado y son 25 años desde su estreno.

Les ha encantado, y a mi, volver a verla (y a María también, aunque haya tenido que salir antes de que acabara).

A la pequeña le costó un buen rato dejar de decir "malo, malo" cada vez que aparecía en la pantalla la carita asustada del pobre extraterrestre.

V. no hacía que preguntarme si el científico que aparece al final de la película era el papá de los niños.

P. se quedó dudando del motivo de tantas lágrimas en el momento del aterrizaje de la nave espacial, y al explicarle que lloraban tanto por que eran amigos que sabían que nunca más volverían a verse, me miró con cara de pillina y enseñándome la custodia del DVD me dice: "pues aquí le pones un 2 y ya verás que volverán a verse"

:-))


Hay sugerencias: el abandono, el miedo, la complicidad entre pequeños, la búsqueda, ese momento de duda de si el te quiero del niño entre lágrimas hace el milagro, el gusto de la ingenuidad, que hacen de esta película una no tan pequeña joya...

Ni hace falta decir que si no os acordabais de su existencia, se aconseja adquirirla, en el Hipercor la venden estas semanas por 8 eurillos.

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