Entradas

Mostrando entradas de 2017

sigue la serie adolescentes...

Todo lo que nos pasa con nuestros hijos, ya le ha pasado a otras familias. Y les está pasando. En el momento en el que escribo habrá otras cientos de miles de familias (no es una exageración) que viven experiencias parecidas. Algunos padres, con la mirada perdida en un punto indefinido... se hacen preguntas. A veces saben contestarse, otras no. Quien peor lo pasa es aquél que mira el momento más cercano, y se olvida de que todo pasa. El que tiene ambiciones de control absoluto de la situación. Ambiciones que son irreales, mal medidas, poco o nada prácticas. En la adolescencia los padres somos, para nuestros hijos, cómo mínimo un estorbo pero, a veces, simplemente el enemigo número uno a derrotar. Con nuestras función educativa, con nuestras normas, nuestras broncas o (casi peor) nuestra aspiración a que escuchen y asimilen la retaílha de consejos de padres, no nos soportan. A pesar de todo, hay que seguir en nuestra función. Midiendo las fuerzas, parando a tiempo, explicando y en

Vernos en lo que hacen los demás

¿Cuantas veces nos ha pasado? Paseando, en una reunión entre amigos o familiares, viendo una película. Asistimos a una escena en la que otros hacen cosas o tienen actitudes que nos chocan, nos molestan, nos parecen inadecuadas, inoportunas. De repente nos acordamos. Puede que parecidas esas cosas las hayamos hecho nosotros. A lo mejor fue en la intimidad de nuestra casa. Sin espectadores. Y no nos paramos a pensar, en ese momento, a lo poco oportunas, útiles, hasta fastidiosas que eran. ¿Las hubiésemos hecho  en caso de tener alguien que asistiera a dicha performance? A lo mejor sí, pero ¿las repetiríamos después de habernos visto reflejados en la acción de aquellos? A veces ayuda, imaginarnos en otro contesto antes de actuar.

Adolescentes... repelentes :-)

Copio en este post mi última colaboración con la revista/newsletter de la Asociación Familias Adoptantes en China:  AFAC . Un artículo con tonos y comparativas algo fuertes, según me han comentado algunos.  Tendrán claro, los que no se duerman antes de llegar al final, que el propósito era, justamente, ser políticamente incorrecto. De vez en cuando también los papás más o menos al día con las modernas teorías pedagógicas tienen ganas de soltarse un  poco :-)) La teoría, con la que es fácil estar de acuerdo Cultivar el optimismo es un arte. El optimismo es un instrumento necesario y, al mismo tiempo, uno de los retos más difíciles, ahora y siempre, de todas las paternidades. El optimismo nos hace confiar en que, entre inevitables caídas, siempre tendremos fuerzas para levantarnos. Las primeras, como se ha dicho, son inevitables, lo segundo depende casi todo de nosotros. No recuerdo dónde leí que la mente humana está predispuesta, cuando reflexiona, para vislumbrar lo peor d

Maravilloso viaje a China... Recuerdos :-)

Imagen
Estos viajes los organiza SHUI VIAJES

Ni lo bueno, ni lo malo

Ni lo bueno, ni lo malo duran para siempre. Muy sencilla verdad,  que nos cuesta mucho tener siempre presente. Como deberíamos. Pesan los años, pero aligeran la capacidad de entender situaciones, motivos, causas. También se hace claro que no es este un mundo racional, ni consecuente. Este mundo digo, poblado por gentes y personas. Todos nos esperamos lo lógico, pero es lo ilógico que domina. En los demás y en nosotros mismos. Saben que dar ese paso produce ciertas reacciones, que no gustan. Pero acaban dándolo. Puede más la inercia, el prejuicio, el fácil dejarse llevar, que valorar las consecuencias, utilizar un razonamiento lúcido, aplicarlo. En todo y, por supuesto, en la profesión paterna. ay!! qué duro y complicado es hacer las cosas bien.