El año que viene una de mis hijas cambiará de cole. Pasará de la Scuola Italiana , donde cierra este año el ciclo de la "scuola media", a otra escuela de Barcelona. Estos cambios son siempre importantes. Tengo la costumbre, creo buena, de no cargar las tintas ni el peso de los posibles riesgos, ni en las expectativas de lo positivo. Aunque siempre le pongo una pizca de optimismo. Es un cambio, creemos será a mejor. Entrará en una nueva dinámica: sea en cuanto a programas, que idioma de las clases (de italiano a catalán). Tendrá nuevos compañeros, nuevos horarios, un espacio de trabajo donde pasará más de ocho horas diarias de su vida: todo esto no es poca cosa. Ella tenía muchas ganas de "cambiar de aire" y la hemos apoyado. Irá a la Frederic Mistral, de la que hemos escuchado buenos comentarios. Os contaré que tal, y si alguien ya la conoce, bienvenido sean otros. Las pequeñas se quedan donde están. No quieren cambios. También las apoyamos y nos parece bien. ...