Volver a China, reflexiones sobre la visita al orfanato

Como muchos sabéis, una parte importante de mi trabajo es organizar los viajes de las familias que adoptamos hace años y deseamos volver a China.
Este verano tenemos dos magníficos grupos. Uno de 8 familias que salen el pocos días. Otros de 6 familias (todavía hay tiempo para apuntar alguna más ;-) que saldrá en agosto.

Para estos viajes inolvidables abrimos una lista de correo, a través de la cual compartimos dudas, reflexiones, se comentan entre todos temas de interés.
Aquí os propongo uno de los correos que escribí hace un par de días. El tema planteado era: "En la visita al orfanato ¿nos encontraremos con situaciones que pueden provocar rechazo a nuestras hijas?"


Hola familias: hay que ir preparados para todo. Sin excesivas ilusiones. Con la mente muy abierta, dispuestos a enfrentarnos a desilusiones y/o a emociones fuertes. Nuestra labor de padres es justamente la de estar atentos, con humildad y paciencia - lo más difícil, siempre - a lo que son y pueden ser los mensajes que nos mandan nuestros hijos.
Antes de visitar el orfanato, antes de viajar a China, lo ideal es hablar mucho con ellas. No avasallarlas, ni empujarlas para que compartan nuestra "idea" o las expectativas de lo que será el viaje.
Estar atentos a lo que ellos nos trasmiten. Crear el ambiente relajado para que se suelten y nos transmitan miedos, dudas, ganas, fantasías. La visita al orfanato puede ser bonita, puede ser fría, puede ser un trámite sin nada especial, puede ser una fiesta de bienvenida por todo lo alto. Puede haber sorpresas de encuentros no previstos. Hasta puede haber un no de últimísima hora del orfanato si en el historial de las niñas hubiese un riesgo de que alguna "irregularidad"pudiera salir con padres muy preguntones o investigadores (nos ha pasado).
Creo que comenté con todos, cuando hablamos en los primeros momentos de la organización del viaje, que la visita al orfanato puede suponer un aflorar de emociones profundas y que si no estamos seguros de estar preparados, nosotros y nuestros hijos, es mejor esperar.
Así como un viaje a China, visitando lo precioso del País, siempre es bueno, por que nuestra hijas volverán con una autoestima reforzada, la visita al orfanato puede suponer, mejor dicho, casi siempre supone el aflorar de emociones intensas. Negativas y positivas.
 Nuestra vida se compone de un permanente movimiento de arriba y abajo. Si es cierto que no hay que escapar de las negativas, tampoco hay que forzar la máquina si hay alguna duda de que sea el momento adecuado, si dudamos que nuestras hijas tengan recursos interiores que le permitan digerir la experiencia. O peor, si nuestra hijas han demostrado claramente de no querer entrar todavía en ciertas zonas de su pasado. Desde mi punto de vista, no hay ninguna necesidad de forzar una visita al orfanato si no tenemos muy claro que es el momento adecuado.
Viajar a China representa una riqueza. Es un viaje a un país precioso, que además es el país donde han nacido. Los orígenes, las raíces, la búsqueda de la familia biológica son algo más delicado, en lo que hay que trabajar previamente para sacar lo mejor de la experiencia.
También de experiencias negativas se puede sacar algo bueno. Hay una canción de un cantautor italiano, De André que dice una cosa útil para la reflexión: desde lo diamantes no nace nada, desde la mierda que abona la tierra, nacen flores.
Pero si en la tierra no hemos echado buenas semillas, por muy abonado que sea el campo, no nacerán flores. Si ya no lo habéis hecho, las familias que vais a visitar el orfanato, y que no sois todas, hablad con ellas, mejor dicho escuchadlas con atención y paciencia. Si no fuera por un problema económico, que impide de repetir o tripitir viaje, lo ideal sería poder ir a China la primera vez sin dar excesivo peso al tema orígenes. Para disfrutar de un viaje precioso y punto. Y hacerlo cuando no sean muy grandes, para que se deposite en su mirada la belleza de un País especial. Que esto les ayude a sentirse más seguras cuando alguien les hable mal de China, de los chinos y les llame "chinas" en tono despectivo.
He tenido la suerte de poder hacer ese primer viaje. Y el éxito fue total. Misión cumplida, diría.
El próximo viaje lo haremos cuando ellas nos transmitan ese deseo, o lo detectemos, aunque no lo expriman claramente. Mis dos hijas mayores, de momento, no está especialmente interesadas, pero la pequeña, que tiene diez años, si que nos habla claramente que le gustaría un poco más adelante, conocer a su madre biológica. Cada niña es un mundo, y cada familia lo mismo.
No hay nada que nos garantice que lo que salga sea lo "bonito". Y aunque la visita sea una fiesta de bienvenida por todo lo alto, cargada de momentos "bonitos" puede que en el interior de tu hija se remuevan sentimientos dolorosos. O que no controla, que por su edad no puede racionalizar. Y que esos sentimientos se expresan en actitudes que te dejan descolocada. Sobre todo si no lo has previsto.
Alguien ha utilizado la palabra pánico en un correo, refiriéndose a la posibilidad de enfrentarse a situaciones complicadas. Ya sé que fue para dar la idea de una situación que  provoca de repente dudas importantes. Pero la palabra está bien, da pie a pensar sobre su significado. El pánico es la pérdida del control de nuestra capacidad de enfrentarnos con cabeza fría y de la mejor manera a una situación que nos pone en peligro. El pánico provoca reacciones irreflexivas o hasta peligrosas, como el que se está ahogando y que mata a la persona que acude en su ayuda agarrándolo con fuerza hasta impedirle de nadar... y se mueren los dos...
Pues tenemos que tener clara una cosa. Nuestras hijas fueron abandonadas y han tenido una familia biológica. No sólo unas cuidadoras. Por muy serenas que sean frente a este hecho, es algo que está allí. Y que en algún momento de su vida, os hayáis o no dado cuenta, en eso han pensado.

 La visita al orfanato fácilmente puede remover todo eso. Y si se hace bien y tienen a su lado unos padres que utilizan la cordura y el sentido común, la atención, la capacidad de escuchar, la implicación y comprensión de sus sentimientos, el no ocultar nada, la capacidad de no pintar todo de negro, ni todo de rosa, es decir buscar el término medio quizás imposible de encontrar, pero donde está el mejor enfoque de casi todo lo que hacemos, ese remover será un asentamiento. Les vendrá bien. Les ayudará a crecer. A iluminar una parte de si mismas, que es muy importante, muy importante.
Nuestra actitud serena les tiene que ayudar a enfrentarse con algo que no es sano para su vida ocultar bajo un supuesto desinterés. De hecho el único desinterés sano es lo que nace de una reflexión sobre el tema que naturalmente nos afecta. En otras palabras alejad los miedos. Si nuestras hijas chupan la tranquilidad de poder hablar de todo, podrán realmente decidir si quieren o no visitar el orfanato (para ceñirme al tema inicial del correo).

 Bueno, como siempre me enrollo como las persianas. El tema daría para escribir mucho más.

Otros temas:  el calor: hará mucho calor, en todo sitio y siempre. Mucho. Aunque llueva.
Tema regalos: sí, es oportuno, diría casi necesario. 2 o 3 regalos que entregaréis al guía y que él entregará a los responsables del orfanato para que los den a quién toca.
Sugerencia: vino, objetos típicos de vuestra zona, perfumes de marca conocida. Esto para el personal del orfanato. Para los niños desde aquí es difícil saber qué llevar.
Preguntad allí y si lo que os sugieren es comprensible, adelante. Podéis comprarlo en China sin problema. Si piden cosas extrañas o muy caras, decidles a través del guía que intentaréis hacerlo llegar a través de asociaciones que en España se ocupan de eso (por ejemplo AFAC).

Para estas navidades  organizaremos un viaje a China, muy especial, con una ruta pensada para ver algunas zonas preciosas, desde Sichuan y los Osos Pandas,  Yunnan y su capital Kunming, la ciudad de la eterna primavera, la preciosa Guangxi con el río Li, los arrozales y los pueblos de las etnías, para después dar un salto a la provincia de cada familia.
Si queréis estar informados, escribidnos a adopcion@shuiviajes.info.

Comentarios

  1. Cuánta sensibilidad y sentido común se desprende de tus palabras.
    Ójala muy pronto podamos volver a China con nuestras peques.

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  2. Hola buenas tardes ,solo una opinion yo nunca he sentido que mi hija fuera abandonada.Estaba bien abrigada con un biberon de leche caliente y dentro de un orfanato.Mi hija y yo hablamos con toda naturalidad de su mama valiente, asi la llamamos.Y yo siento que comparto con ella una hija que espero y deseo que de mayor este orgullosa de las dos.Un beso y gracias

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