Las niñas están cansadas

Cuando empieza el calor, cuando ya se han acumulado muchos meses de rutina escolar, las niñas (y no sólo ellas) se resienten.
Se nota en su hacer diario la necesidad de un descanso, de un cambio de paso.
Hasta hay más momentos de tensión con las amiguitas de siempre.
En las aulas sube la temperatura y en las cabezas también.

Recuerdo, cuando era pequeño, que nuestras vacaciones duraban meses y meses.
En la ciudad ya no es así para la mayoría.
También en esto nuestra forma de vida se aleja de las necesidades de los pequeños.

A veces buscamos razones y motivos de las cosas que pasan en el lugar equivocado.

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