Todas nuestras hijas han sido secuestradas a su familia biológica
Desde hace unas semanas circula en la red un reportaje, uno entre los varios del pasado y del futuro, que punta los focos sobre una realidad que tendría que ser muy conocida y clara, conocida y reflexionada, sobre todo por las familias que hemos adoptado en China.
Varias personas han pedido mi opinión al respecto. Me resistía. Pero hace unos días recibí un correo de una madre que llamaré Lucía. Fue el empuje que me movió a escribir con esa claridad y dureza que, a veces, se hacen necesarias.
He pedido su autorización, y aquí tenéis el mail de Lucía y mi respuesta.
Hola, Roberto, soy Lucía, madre de Wan Wey (nombres ficticios)
Hemos estado en contacto otras veces, por diversos motivos.
Estos días estamos mi marido y yo recibiendo noticias de la lista del orfanato de nuestra hija -...- a raíz del documental emitido días atrás por una televisión europea del que estoy segura que tienes noticias. (Secuestro de niñas por parte de la policía del hijo único en ..., puestas en adopción internacional posteriormente).
Nos sorprende no ver nada sobre ello ni en las listas de aquí, ni en prácticamente ningún blog de los que consideramos informados en general.
Por supuesto que nosotros tenemos muy claro que nunca hemos hecho nada ilegal, pero lo que importa ahora no es nuestra conciencia, sino la de nuestra hija y las explicaciones que debamos darle. Lo último que sabemos sobre el tema es que el ministro de justicia holandés va a pedir explicaciones al gobierno chino sobre su sistema de adopción (y colaboración a otros países que pudieran estar afectados) y que ello podría tener consecuencias posteriores.
Todos nosotros escogimos China, entre otros motivos, por la claridad y transparencia del proceso desde el punto de vista ético. Es muy doloroso saber que las cosas no siempre fueron así y que eso afecta un orfanato cercano al que proviene tu hija. Ya sé que se puede hablar de un tanto por ciento pequeño, pero si en ese tanto por ciento pudiera estar tu hija...
si no proviene de un abandono, sino de un secuestro... ¿cómo puede explicarse eso a un hijo? ¿cómo puede ella integrarlo en su vida? Me pregunto si hay alguna forma de investigar verdaderamente este tema, de saber si nuestras hijas provienen de una adopción lícita o no, por doloroso que sea. Pienso que es nuestra obligación como padres, que se lo debemos a nuestras hijas, porque esa información indefectiblemente llegará a sus oídos, en forma de documental o de cualquier otra manera.
Me sorprende, por otra parte, que aquí parezca ignorarse un tema del que en la lista de ... se habla continuamente en estos días. ¿Tienes alguna información y/o opinión al respecto?
Gracias y saludos cordiales
Lucía
Mi respuesta
Hola Lucía:
Todas nuestras hijas han sido secuestrada a sus familias biológicas.
Todas.
La pandilla de criminales responsable de estos secuestros responden a unos nombres muy claros:
Pobreza, Leyes, Costumbres, todos tienen el mismo apellido: Injusticia.
La acción de estos culpables, detrás de los cuales están siempre seres humanos, y su acción pasiva o activa, es lo que nos ha ofrecido el fruto de nuestra felicidad.
¿Somos cómplices de esta injusticia?
Quizás sí, por muchos aspectos de nuestra vida opulenta y segura, pero
NO justamente en la adopción de nuestras hijas.
No me hace falta el reportaje de unos periodistas para saber que si no hubiese una aplicación dura de la ley del hijo único, y todo lo que supone esa ley en un entorno de miseria y de costumbres arcaicas, mis hijas no serían mis hijas.
Me resulta sorprendente que en cuanto circula por la red un reportaje de este tipo, no es el primero, ni será el último, se levante una oleada de indignación, de dudas, de miedos.
Algo se ha digerido mal en el proceso de adopción.
Todavía no se ha asumido la esencia sobre la que crece la felicidad de una adopción internacional.
He llegado a leer barbaridades del tipo: "estaría dispuesta a renunciar a mi hija si se demostrara..."
¿Qué se tiene que demostrar?
Todo está ya demostrado.
No hacen falta reportajes para demostrar lo que todos tendríamos que tener muy claro.
¿queremos añadir injusticia a la injusticia?
Hemos seguido, yo, cómo tu, un proceso totalmente legal, has recibido unos documentos totalmente legales, has realizados unos trámites totalmente legales, has declarado delante de un notario y este notario, cómo impone la ley, te ha demostrado que el proceso seguido
en la adopción ha sido el correcto y que esa niña era adoptable.
La palabra LEY ha sido el sello de todo el proceso de adopción de nuestras familias.
Aquí y allí en China.
Y esto es lo real, verdadero, cierto.
Esto es lo que puedo con seguridad contarle a mis hijas.
El amor de su madre y mio ha corregido el incremento de injusticia que hubiese supuesto una más larga institucionalización, ofreciéndole una familia que la adora, la cuida, la protege y siempre lo hará sin condiciones, siempre: y ésto, repito, es lo que trasmitiré a mis hijas.
El abandono es un rapto indirecto.
Su madre biológica no las hubiese abandonada si no fuera para evitar que la pobreza las matara, o un policía se las arrancara, o unos abuelos se las quitaran, u otro tipo de rapto... que los hay de muchos tipo.
Algunas madres se adelantaron a la acción activa de la aplicación de la ley, pero su madre biológica, por haberla dejada en un lugar seguro, no fue una desalmada a las que le importaba nada de sus hijas.
Qué diferencia hay, en el fondo, ¿entre una situación y otra?
¿Nos queremos descargar la conciencia creyendo que quién dejó a nuestras niñas era una mala persona, cuando hay otras mejores que resisten un poco o mucho más a la injusticia?
Y en este segundo caso al descubrirlo miraríamos con más horror al pasado de nuestras hijas pensando que es hija de la categoría de madres número dos?
Así que mucho cuidado a entrar en dinámicas de dudas y razonamientos que NO sirven en nada a la justicia, y sólo pueden hacer daño o mucho daño a nuestras hijas y hijos.
Añadirle inseguridad a las dudas y a la tristeza, que llegará sin duda, cuando sean suficientemente mayorcitas para entender los detalles de su historia.
NO abonaré esa tristeza con más dudas de las necesarias.
NO tengo ninguna duda que hemos hecho las cosas según la ley y esto NO es la parte que tapa nuestra conciencia de padres en el proceso de adopción, es LA BASE FUNDAMENTAL de lo que tiene que tener claro nuestra hija a todos los niveles.
No voy a hacer, ni a fomentar más investigaciones, ningún tipo de investigación especial, por que ya tengo evidencia de lo esencial: del por qué un niño acaba siendo declarado adoptable y lo que me confirman todos los documentos que poseemos, así cómo los pasos que hemos dado para llegar a ser sus papás.
Si un día mis hijas llegaran a ver ese reportaje, u otro, espero sea cuando ya tengan edad para entender lo que estoy escribiendo.
Y si es antes, intentaré explicárselo poco a poco, con mucha paciencia, entereza y seguridad.
La acción de ese gobierno es de un cinismo espantoso y de un oportunismo abyecto.
Sabemos que los políticos se mueven antes por un titular de un periódico que por miles de muertos. Qué bonita queda la demagogia cuando hay quién se cree que es sincera.
Nuestra obligación de padres es transmitir seguridad a nuestras hijas, no cargarle de nuestras dudas, nuestras debilidades, nuestros miedos, nuestra incapacidad de racionalizar la esencia, dura cómo una piedra, de una realidad terrible.
Tu hija tiene que mirarte a los ojos y leer confianza, seguridad y honestidad.
un abrazo
Roberto
Habría mucho más que decir y escribir, y se escribirá y dirá.
Varias personas han pedido mi opinión al respecto. Me resistía. Pero hace unos días recibí un correo de una madre que llamaré Lucía. Fue el empuje que me movió a escribir con esa claridad y dureza que, a veces, se hacen necesarias.
He pedido su autorización, y aquí tenéis el mail de Lucía y mi respuesta.
Hola, Roberto, soy Lucía, madre de Wan Wey (nombres ficticios)
Hemos estado en contacto otras veces, por diversos motivos.
Estos días estamos mi marido y yo recibiendo noticias de la lista del orfanato de nuestra hija -...- a raíz del documental emitido días atrás por una televisión europea del que estoy segura que tienes noticias. (Secuestro de niñas por parte de la policía del hijo único en ..., puestas en adopción internacional posteriormente).
Nos sorprende no ver nada sobre ello ni en las listas de aquí, ni en prácticamente ningún blog de los que consideramos informados en general.
Por supuesto que nosotros tenemos muy claro que nunca hemos hecho nada ilegal, pero lo que importa ahora no es nuestra conciencia, sino la de nuestra hija y las explicaciones que debamos darle. Lo último que sabemos sobre el tema es que el ministro de justicia holandés va a pedir explicaciones al gobierno chino sobre su sistema de adopción (y colaboración a otros países que pudieran estar afectados) y que ello podría tener consecuencias posteriores.
Todos nosotros escogimos China, entre otros motivos, por la claridad y transparencia del proceso desde el punto de vista ético. Es muy doloroso saber que las cosas no siempre fueron así y que eso afecta un orfanato cercano al que proviene tu hija. Ya sé que se puede hablar de un tanto por ciento pequeño, pero si en ese tanto por ciento pudiera estar tu hija...
si no proviene de un abandono, sino de un secuestro... ¿cómo puede explicarse eso a un hijo? ¿cómo puede ella integrarlo en su vida? Me pregunto si hay alguna forma de investigar verdaderamente este tema, de saber si nuestras hijas provienen de una adopción lícita o no, por doloroso que sea. Pienso que es nuestra obligación como padres, que se lo debemos a nuestras hijas, porque esa información indefectiblemente llegará a sus oídos, en forma de documental o de cualquier otra manera.
Me sorprende, por otra parte, que aquí parezca ignorarse un tema del que en la lista de ... se habla continuamente en estos días. ¿Tienes alguna información y/o opinión al respecto?
Gracias y saludos cordiales
Lucía
Mi respuesta
Hola Lucía:
Todas nuestras hijas han sido secuestrada a sus familias biológicas.
Todas.
La pandilla de criminales responsable de estos secuestros responden a unos nombres muy claros:
Pobreza, Leyes, Costumbres, todos tienen el mismo apellido: Injusticia.
La acción de estos culpables, detrás de los cuales están siempre seres humanos, y su acción pasiva o activa, es lo que nos ha ofrecido el fruto de nuestra felicidad.
¿Somos cómplices de esta injusticia?
Quizás sí, por muchos aspectos de nuestra vida opulenta y segura, pero
NO justamente en la adopción de nuestras hijas.
No me hace falta el reportaje de unos periodistas para saber que si no hubiese una aplicación dura de la ley del hijo único, y todo lo que supone esa ley en un entorno de miseria y de costumbres arcaicas, mis hijas no serían mis hijas.
Me resulta sorprendente que en cuanto circula por la red un reportaje de este tipo, no es el primero, ni será el último, se levante una oleada de indignación, de dudas, de miedos.
Algo se ha digerido mal en el proceso de adopción.
Todavía no se ha asumido la esencia sobre la que crece la felicidad de una adopción internacional.
He llegado a leer barbaridades del tipo: "estaría dispuesta a renunciar a mi hija si se demostrara..."
¿Qué se tiene que demostrar?
Todo está ya demostrado.
No hacen falta reportajes para demostrar lo que todos tendríamos que tener muy claro.
¿queremos añadir injusticia a la injusticia?
Hemos seguido, yo, cómo tu, un proceso totalmente legal, has recibido unos documentos totalmente legales, has realizados unos trámites totalmente legales, has declarado delante de un notario y este notario, cómo impone la ley, te ha demostrado que el proceso seguido
en la adopción ha sido el correcto y que esa niña era adoptable.
La palabra LEY ha sido el sello de todo el proceso de adopción de nuestras familias.
Aquí y allí en China.
Y esto es lo real, verdadero, cierto.
Esto es lo que puedo con seguridad contarle a mis hijas.
El amor de su madre y mio ha corregido el incremento de injusticia que hubiese supuesto una más larga institucionalización, ofreciéndole una familia que la adora, la cuida, la protege y siempre lo hará sin condiciones, siempre: y ésto, repito, es lo que trasmitiré a mis hijas.
El abandono es un rapto indirecto.
Su madre biológica no las hubiese abandonada si no fuera para evitar que la pobreza las matara, o un policía se las arrancara, o unos abuelos se las quitaran, u otro tipo de rapto... que los hay de muchos tipo.
Algunas madres se adelantaron a la acción activa de la aplicación de la ley, pero su madre biológica, por haberla dejada en un lugar seguro, no fue una desalmada a las que le importaba nada de sus hijas.
Qué diferencia hay, en el fondo, ¿entre una situación y otra?
¿Nos queremos descargar la conciencia creyendo que quién dejó a nuestras niñas era una mala persona, cuando hay otras mejores que resisten un poco o mucho más a la injusticia?
Y en este segundo caso al descubrirlo miraríamos con más horror al pasado de nuestras hijas pensando que es hija de la categoría de madres número dos?
Así que mucho cuidado a entrar en dinámicas de dudas y razonamientos que NO sirven en nada a la justicia, y sólo pueden hacer daño o mucho daño a nuestras hijas y hijos.
Añadirle inseguridad a las dudas y a la tristeza, que llegará sin duda, cuando sean suficientemente mayorcitas para entender los detalles de su historia.
NO abonaré esa tristeza con más dudas de las necesarias.
NO tengo ninguna duda que hemos hecho las cosas según la ley y esto NO es la parte que tapa nuestra conciencia de padres en el proceso de adopción, es LA BASE FUNDAMENTAL de lo que tiene que tener claro nuestra hija a todos los niveles.
No voy a hacer, ni a fomentar más investigaciones, ningún tipo de investigación especial, por que ya tengo evidencia de lo esencial: del por qué un niño acaba siendo declarado adoptable y lo que me confirman todos los documentos que poseemos, así cómo los pasos que hemos dado para llegar a ser sus papás.
Si un día mis hijas llegaran a ver ese reportaje, u otro, espero sea cuando ya tengan edad para entender lo que estoy escribiendo.
Y si es antes, intentaré explicárselo poco a poco, con mucha paciencia, entereza y seguridad.
La acción de ese gobierno es de un cinismo espantoso y de un oportunismo abyecto.
Sabemos que los políticos se mueven antes por un titular de un periódico que por miles de muertos. Qué bonita queda la demagogia cuando hay quién se cree que es sincera.
Nuestra obligación de padres es transmitir seguridad a nuestras hijas, no cargarle de nuestras dudas, nuestras debilidades, nuestros miedos, nuestra incapacidad de racionalizar la esencia, dura cómo una piedra, de una realidad terrible.
Tu hija tiene que mirarte a los ojos y leer confianza, seguridad y honestidad.
un abrazo
Roberto
Habría mucho más que decir y escribir, y se escribirá y dirá.
Buen escrito, Roberto.
ResponderEliminarEste tema me ha partido el corazón desde el principio - lo de saber que como tu dices, los abandonos de los hijos son un especie de secuestro.
¿Cuantos padres abandonarían a sus hijos si tuvieron la posibilidad y los medios para criarles? Seguro que muy, muy poquísimos.
Esto es uno de los temas que será más difícil de abordar con nuestros hijos, pero que tendremos que abordar, porque, como dice la madre que escribió la carta - nuestros hijos se van a enterar de todo.
Gracias a Internet, no se tendrán que empeñarse mucho para encontrar todo tipo de información, opiniones, ideas, teorías, incluso mentiras.
De allí, la importancia de ser abiertos en casa, de aprender a hablar con los hijos sobre todo tipo de temas y de cultivar la confianza, la complicidad, el cariño, el amor entre padres e hijos.
Todos - TODOS - los padres deben de preocuparse por eso, porque todos deben de tener una relación con sus hijos que les permitan abordar temas tan importantes como el sexo, la droga, la FELICIDAD (no sólo temas negativos). Pero nosotros, los padres por adopción, tenemos también estas temas que tienen que ver con la injusticia que les arrancaron de sus primeros hogares y que les entregaron a nosotros.
La clave de todo es la comunicación - y detrás de la comunicación la calidad de las relaciones entre padres e hijos y - como dice Roberto, la importancia de que pueden mirarnos en los ojos y ver reflejado allí nuestra sinceridad.
Nosotros hemos labrado bien. Y si lo dudeís alguna vez, os aconsejo pasar un tiempo como voluntario en un centro de menores, donde los niños crezcan en una institución con todo lo que necesitan físicamente, pero con una falta de calor humano . Donde no hay una sóla persona que se preocupe por su futuro con amor y cariño. Donde el objetivo es ayudarles a esos niños a conseguir un "mínimo" en la vida y de donde saldrán con 18 años (creo) para enfrentarse ellos solitos con el mundo.
Esto lo he visto yo - pero en un centro privado (un orfanato) regido por religiosos y otras personas (maravillosas) que vierten su cariño sobre los niños - pero aún así, pude ver que por mucho dinero que podríamos recaudar para el centro, nunca podríamos darles a esos niños lo que realmente faltaban: una familia.
No tener familia significa un vacío terrible - un vacio que pocos podemos ni imaginar.
Leí una vez como una familia americana se enteró de que sus dos hijas habían sido arrancadas de la madre que intentó esconderlas de las autoridades chinas... fue para mí escalofriante - ¿Como pudieron ver como milagro el hecho de que las dos niñas habían llegado a su casa (a través de dos procesos de adopción totalmente distintas)?
Pero, pensándolo bien - he tenido que reconocer que lo realmente terrible hubiera sido arrancarles de su familia para dejarlas en una fria institución... Lo que pasó fue injusto, pero ahora tienen familia que les quiere, les cuida, que vela por su bien y que se preocupa por su futuro. Además, las dos están juntas - en medio de todo el caos de la injusticia ¡que milagro!
Lo bueno en la vida no siempre es lo ideal. Pero esto no significa que sea menos bueno.
Ayudando a nuestros hijos a entrar en la profunidad de temas como estos les equipará - creo yo - con una sabiduria, un madurez y una apreciación por la vida que consiguen pocas personas.
Brenda
Mis hijas saben que SIEMPRE les ayudaré a conocer lo más posible sobre su origen hasta donde podamos; no hay nada vergonzante que deba ser ocultado. Todo nuestro largo proceso estuvo dentro de la más escrupulosa legalidad. De saber que no iba a ser así no hubiésemos iniciado esta forma de hacer una familia. Los casos de corrupción deben ser perseguidos con severidad SIEMPRE y es mi deber de padre enseñarles a ir con la cabeza bien alta por al vida sin nada que les pueda avergonzar.
ResponderEliminarEstoy seguro que este caso que se denuncia en la televisión holandesa es la excepción, pero que me temo, tal como ya ha ocurrido en otras ocasiones (Rumanía) acabará afectando a todos y hará daño a la imagen de la adopción internacional en general y en China en particular.
El mundo es injusto, desequilibrado , duro y difícil y en todas partes hay gente que obra con sentido de la justicia y otros que sin escrúpulos se aprovechan de los demás. Si algún funcionario público, policía, director de orfanato o empleado ha actuado de modo delictivo, debe ser castigado. No es tolerable EN NINGÚN CASO. De no actuar así se perjudica a los demás y en última instancia a los que más lo necesitan.
Desde que la semana pasada supe de este reportaje, no se me va de la cabeza la dolorosa idea (ojalá me equivoque) de que las cosas empeorarán. Las fieras olerán la carnaza y se echarán sobre ella hasta no dejar ni rastro.
Saludos
Gracias por dar eco a noticias así,como padres adoptantes y como seres humanos está en nuestra conciencia y en nuestro corazón que si esto está ocurriendo lo denunciemos e intentemos luchar contra este tipo de cosas como dice el anterior comentario aunque nada más fuera por egoismo de personas suceptibles de volver adoptar y eso no nos beneficie,por conciencia y deber hacia nuestros hijos.
ResponderEliminarSaludos,Leonor