Antes de opinar, conocer

Es muy fácil coger un tópico y llenarse la boca.
Salvo arrepentirse, después, al descubrir que el fondo de realidad que tiene cualquier tópico, es lo contrario a lo que habías imaginado.

Páginas y páginas de campañas basadas en la ignorancia y el desconocimiento más absoluto... Este triste espectáculo lo estamos observando, una vez más, con el Tibet.

Pues me he dedicado, disfrutando del gusto intenso que siempre ofrece el saber bien explicado, a leer y releer el artículo de Rafael Poch

Otro Tibet es posible, pero no sin China

En el blog Pasión por China de José Luis he encontrado el enlace a dicho artículo y a muchos más, os invito a utilizarlos.

No hay mejor enseñanza que podamos ofrecer a nuestras hijas, que guiarlas con el ejemplo.

Andar cada día, aunque sólo un poquito, por el camino del equilibrio, de la razón, de la crítica inteligente, de la curiosidad permanente hacia el conocimiento de lo que dice la otra parte o las otras partes.

No pararse al primer cruce, perdidos, ni andar siempre en la misma dirección obviando a las diferentes opciones del camino.
Andar por el mundo e intentar entenderlo (digo intentar y ya es mucho!!) requiere de grandes dosis de curiosidad, de una enorme disponibilidad, de mucha humildad. Todo esto acaba ofreciendonos una maravillosa capacidad de disfrutar del viaje.

Con la historia del Tibet se están cometiendo todos los errores posibles.

Ni disponibilidad a entender, ni humildad respecto al valor de nuestro ombeliguismo occidental, ninguna curiosidad para conocer la realidad de una parte del mundo que todo el mundo cree "conocer" por las 4 postales que ha visto, de las montañas, de las blancas paredes de Lasha, de los prados y de los monjes...

Y si el tema Tibet afecta tu conciencia, tanto cómo para empujarte a pensar que es bueno apoyar el boicot de las Olimpíadas de Pekín, por favor, no te conformes con las declaraciones de un Sarkozy... antes de perder el tiempo en los cientos de artículos e imágenes superficiales, cuando no falsas que han aparecido estos días en la prensa, leete

Otro Tibet es posible, pero no sin China

y seguramente podrás empezar a hacerte una idea más real de lo que está detrás de los titulares sobre el Tibet.

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