Si la vida es un paso y otro más...
...
Si la vida es un paso y otro más, buscando siempre el ir hacia adelante, por muchos motivos soy feliz.
Soy feliz de poder coger tu pequeña mano, cada vez que lo necesite y andar juntos, en momentos. Miro tus ojos limpios escuchando tu voz de niña que me llama papá.
Soy feliz, ahora, apoyando sereno la cabeza entre mis manos. Cierro los ojos y fuertes plantados los codos, frente a esta pantalla por la que vuelan palabras dulces, recuerdo, hace un instante, que apoyaste tu cabeza en mi pecho, para escuchar el perfume de un abrazo.
Soy feliz de verte crecer, aunque a cuesta de canas, de regalarte seguridad olvidando, por deber paterno, las miles de dudas que a cada paso me asaltan. De tener el privilegio de secar tus lágrimas y de conseguirlo, a veces.
De agarrar nuestras vidas, vidas de rosa, entre las flores quizás la más bonita y tan cargada de espinas.
Soy feliz por que tengo la ilusión de ser maestro, de enseñarte a cruzar entre acera y acera, hasta que poco a poco ya no me queden fuerzas para seguir cruzando.
Volarás lejos, aunque estando, o no, cerca, y quizás lleguemos a cambiar de mano, y quizás llegue a apoyarme en tu brazo y a aprender de tu madura sabiduría cómo ha cambiado el mundo.
Cuando ya ni las canas cubrirán mi cabeza y tu pelo seguirá largo y negro, ojalá llegue a vislumbrar un nuevo paso joven y tan rápido que nos supere a los dos. Lo dudo, pero disfruto con la fantasía de que pueda llegar a ser.
Ya se han puesto, hasta mañana, la luz del sol y el griterío de vuestros juegos.
Hasta la calle es silente.
A un paso están vuestros sueños y el respiro calmo de la noche.
Las lágrimas de felicidad, sí existen.
Si la vida es un paso y otro más, buscando siempre el ir hacia adelante, por muchos motivos soy feliz.
Soy feliz de poder coger tu pequeña mano, cada vez que lo necesite y andar juntos, en momentos. Miro tus ojos limpios escuchando tu voz de niña que me llama papá.
Soy feliz, ahora, apoyando sereno la cabeza entre mis manos. Cierro los ojos y fuertes plantados los codos, frente a esta pantalla por la que vuelan palabras dulces, recuerdo, hace un instante, que apoyaste tu cabeza en mi pecho, para escuchar el perfume de un abrazo.
Soy feliz de verte crecer, aunque a cuesta de canas, de regalarte seguridad olvidando, por deber paterno, las miles de dudas que a cada paso me asaltan. De tener el privilegio de secar tus lágrimas y de conseguirlo, a veces.
De agarrar nuestras vidas, vidas de rosa, entre las flores quizás la más bonita y tan cargada de espinas.
Soy feliz por que tengo la ilusión de ser maestro, de enseñarte a cruzar entre acera y acera, hasta que poco a poco ya no me queden fuerzas para seguir cruzando.
Volarás lejos, aunque estando, o no, cerca, y quizás lleguemos a cambiar de mano, y quizás llegue a apoyarme en tu brazo y a aprender de tu madura sabiduría cómo ha cambiado el mundo.
Cuando ya ni las canas cubrirán mi cabeza y tu pelo seguirá largo y negro, ojalá llegue a vislumbrar un nuevo paso joven y tan rápido que nos supere a los dos. Lo dudo, pero disfruto con la fantasía de que pueda llegar a ser.
Ya se han puesto, hasta mañana, la luz del sol y el griterío de vuestros juegos.
Hasta la calle es silente.
A un paso están vuestros sueños y el respiro calmo de la noche.
Las lágrimas de felicidad, sí existen.
Yo tambien soy feliz...
ResponderEliminarHola Roberto, somos Mary-Carmen y Fernando, nos encontramos a la espera de asignación en China desde 05/02/2007,aunque esta espera se está haciendo demasiado larga,no nos pesa tanto gracias a estos blog de compañeros que nos dan ánimos y nos muestran que ese gran momento de tener a nuestros hijos en brazos llegará.
ResponderEliminarTe léemos desde hace tiempo y te hemos enlazado a nuestro blog, esperando que no te importe,para tenerte más cerquita.
http://www.esperandoanerea.es
http://esperandoanerea.blogspot.com
te invitamos a que pases por nuestra web y nuestro blog todas las veces que gustes.
Un abrazo desde Tárifa.