Al parque en la otoñal Barcelona
Un pequeño video con mis dos pequeñas.
Paloma con su mamá tenían otro compromiso social.
Es lo que tiene ser familia numerosa, las citas se multiplican y hay que dividirse :-)
pero en fin, somos unos aficionados.
Hace unas semanas, gracias a Facebook me reencontré con un amigo del que no sabía nada desde hacía más de 30 años...
Pues resulta que tiene 6 hijos.
Por estas tierras ibéricas seguro que más de uno pensaría que la obra guía su vida... vive en Cerdeña, y la única obra que le ocupa es la de su casa :-)
Felicidades Gianluca Medas.
Es actor y contador de cuentos, y con muchas ganas de pasar por algún escenario español.
Lo digo por si alguien pudiese tener interés (nunca se sabe...)
Mañana empieza diciembre.
Hablando de lo sencillo y esencial como en este bello post de tus hijas me gustaria recordar una cancion del Joan Baptista Humet tristemente fallecido ayer. Curioso lo actual de una de sus pequeñas-grandes canciones.
ResponderEliminarUn abrazo, Roberto, un abrazo Joan...
Hay que vivir
Habrá que hacernos a la idea
que sube la marea
y esto no da mas de sí.
Habrá que darnos por vencidos
y echarnos al camino
que no hay nortes por aquí.
Al sueño americano
se le han ido las manos
y ya no tiene nada que ofrecer;
sólo esperar y ver si cede
la gran bola de nieve
que se levanta por doquier.
¡Hay que vivir, amigo mío!
Antes que nada hay que vivir,
y ya va haciendo frío,
hay que burlar ese futuro
que empieza a hacerse muro en ti.
Habrá que componer de nuevo
el pozo y el granero
y aprender de nuevo a andar.
Hacer del sol nuestro aliado,
pintar el horno ajado
y volver a respirar.
Quitarle centinelas
al parque y a la escuela,
columpios y sonrisas volarán.
Sentirse libre y suficiente
al cierzo y al relente,
mientras se va dorando el pan.
¡Hay que vivir, amigo mío!
Antes que nada hay que vivir,
y ya va haciendo frío,
hay que burlar ese futuro
que empieza a hacerse muro en ti.
Habrá que demoler barreras,
crear nuevas maneras
y alzar otra verdad.
Desempolvar viejas creencias
que hablaban en esencia
sobre la simplicidad.
Darles a nuestros hijos
el credo y el hechizo
del alba y el rescoldo
en el hogar.
Y si aún nos queda algo de tiempo,
poner la cara al viento
y aventurarnos a soñar.
¡Hay que vivir, amigo mío!
Antes que nada hay que vivir,
y ya va haciendo frío,
hay que burlar ese futuro
que empieza a hacerse muro en ti.