Energía positiva

Que las ondas que se expanden de nuestro ánimo, alma, interior o como se desee llamarlo, ejercen una influencia sobre otros acontecimientos es totalmente cierto y comprobado.
Las supuestas "coincidencias" o casualidades con las que nos cruzamos cada día no lo son en absoluto.
He tenido tantas y tantas pruebas, que el escepticismo que tantas veces veo reflejado en la cara de las personas a las que comento esta convicción, ya no me hace efecto alguno.
Es evidente que no hay un determinismo fijo: si pienso así, me pasará eso.
Eso además sería una drama terrible, nos provocaría una angustia inaguantable.
Los seres humanos seríamos tan dueños de nuestros destino que la especie se habría extinto ya hace muchos siglos.
No, el juego es que de esa energía somos todos partícipes, todos, y cada uno tiene su parte que no prevalece nunca necesariamente sobre la de los demás.

No sabemos exactamente como funciona, pero a veces funciona.
Por esto en mi vida personal dedico siempre mucho tiempo a fijarme en lo bueno que hay, que es menos de lo malo, pero cuenta más.
O al revés, me fijo justo lo indispensable en lo malo que es más, pero cuenta menos.

Ayer por la noche escribía en FB que:

La vida es un columpio loco de alegrías y de tristeza

Hay que empujar e impulsarse hacia adelante para volver siempre arriba.
Y recordar que a pesar de todo, cuando ya estemos cansados, nunca nos pararemos ni en el punto más atrás, ni en el más adelante, si no justo en el medio. La gravedad nos obliga al equilibrio.

Hoy, y siempre, es día para concentrar toda la energía positivas que tenemos, hoy hacia una peque que lucha por su vida y que tomo a emblema de tantos millones más que luchan por su vida.

Fuerza Saray.