Educar con el ejemplo

Así cómo no podemos pretender que nuestros hijos coman con gusto judías verde o lombarda sólo por que cada vez les vendemos la moto de que están muy ricas y sanas y que hay que comer verdura (pero si nos ponen, a los papás, un plato de aquellas verduras hacemos cara de asco... )
es evidente que les será más difícil, a nuestros hijos, enfrentarse a la vida con serenidad si en su casa están rodeados de unos padres histéricos, nerviosos, agobiones , peleados y cagadubtes.
De la serie: psicología barata y eficaz
feliznavidad
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