Pocas cosas son muy fáciles en esta vida
Quiero mandar un abrazo público aunque virtual, que refuerce lo que nos hemos dado personalmente, con una familia que está pasando por un momento difícil.
En el fondo casi espero no esté leyendo esta entrada, estoy utilizando su caso, para que sirva de enseñanza a todos.
No tienen ninguna obligación de estar de acuerdo con esta generosidad ejemplarizante, ya tienen bastante con lo suyo, por esto seré muy avaro en cuanto a detalles.
A pesar de todo, la vida sigue y hay personitas que se merecen les transmitamos nuestra sincera felicidad... a pesar de todo.
Ellas se merecen que superemos nuestra tristeza, y que no carguemos sobre su débiles espaldas, el peso de las terribles cosas que pasan en este mundo y en nuestras vidas.
Hay que esforzarse, aunque cueste.
Ell@s nos ayudarán.
En una anterior tanda de asignaciones se vivió este caso, aunque cada tanda es un concentrado de situaciones diferentes y opuestas, son tantas historias que se podría escribir un libro.
"Estábamos ya preparando las maletas, y desde el Centro Chino de Adopciones recibimos una comunicación que la niña asignada estaba tan gravemente enferma que, probablemente, no estaría en condiciones ni de enfrentarse al viaje..."
He dudado si contar este antiguo episodio, y he decidido que sí, por que a veces podemos llegar a olvidarnos que ciertas cosas pueden pasar.
Si en un parto pueden darse situaciones muy complicadas, quizás más en una adopción. Algunos creen lo contrario, y se equivocan.
Se me acusa, a veces, de ser demasiado optimista... lo soy, a pesar de que en las últimas entradas el pincel se haya hecho líquido, de lágrimas.
Pocas cosas son muy fáciles en esta vida, pero es con optimismo que se superan las dificultades, no hay que esconderse, si no vencer batallas, vencerlas sin más armas que nuestra fuerza, sin disparar a nadie.
No quiero entrar en los detalles del caso, evidentemente.
Sí quiero subrayar que, por suerte, se trata de casos raros, muy raros, y que ninguna madre tiene que amargarse el embarazo por lo que puede llegar a pasar, por que todo irá bien, no hay motivos de agobio permanente, ni mucho menos.
Ojalá sirviera para hacernos más fuertes, por preparados y conocedores también de este aspecto. Aunque nadie estará preparado frente a ciertas situaciones y todos pensamos, justificadamente, que no tiene por que pasarnos a nosotros.
También utilizaré este trágico episodio, para aclarar que se equivocan los que siguen dudando de las intenciones del CCAA, cuando no de la fiabilidad de los informes médicos.
Si se detecta alguna patología que las pruebas anteriores no habían evidenciado, casi siempre por ser tan pequeño el niño que es imposible detectarlas con el protocolo normal, aunque el niño haya sido ya asignado y la familia a punto de viajar, la comunicación es tan inmediata cuanto se pueda, y las medidas a tomar decididas caso por caso.
No creo que de la tristeza y del dolor pueda germinar una flor de felicidad.
No hay una voluntad superior que guía conscientemente los destinos. Eso no, a pesar de que hasta he lamentado en algún momento no tener ciertos consuelos, al no ser creyente.
Tenemos derecho a superar el sufrimiento, hay que sobreponerse y aniquilar esa visión errónea que nos hace creer que el dolor cuando es tan inmenso, acaba siendo una condena permanente e ineluctable.
No es así.
Dejar de sufrir es una obligación de respeto hacia nosotros mismos y a los que nos rodean.
Pocas cosas son tan poco fáciles, como cumplir con ésta obligación.
Sólo quién lo ha vivido sabe hasta que punto puede ser duro ganar esa batalla.
Es posible que a principio de julio viaje a China.
No será un viaje de turismo, es decir de puro placer, estaba a punto de escribir "todo lo contrario", pero no sería correcto: siempre que vuelo hacia el país donde nacieron mis hijas siento una gran emoción, es un mundo de personas, cosas, lugares que me enriquece cada vez que tengo la suerte de poderlo ver, tocar, observar.
Será un viaje breve, e intenso.
Pero casi seguramente podré estar con algunas familias cuando reciban los peques y no dudéis que cómo ya hice, os contaré.
Las noticias sobre la gripe A no son tranquilizadoras, estamos todos en tensa espera.
En el fondo casi espero no esté leyendo esta entrada, estoy utilizando su caso, para que sirva de enseñanza a todos.
No tienen ninguna obligación de estar de acuerdo con esta generosidad ejemplarizante, ya tienen bastante con lo suyo, por esto seré muy avaro en cuanto a detalles.
A pesar de todo, la vida sigue y hay personitas que se merecen les transmitamos nuestra sincera felicidad... a pesar de todo.
Ellas se merecen que superemos nuestra tristeza, y que no carguemos sobre su débiles espaldas, el peso de las terribles cosas que pasan en este mundo y en nuestras vidas.
Hay que esforzarse, aunque cueste.
Ell@s nos ayudarán.
En una anterior tanda de asignaciones se vivió este caso, aunque cada tanda es un concentrado de situaciones diferentes y opuestas, son tantas historias que se podría escribir un libro.
"Estábamos ya preparando las maletas, y desde el Centro Chino de Adopciones recibimos una comunicación que la niña asignada estaba tan gravemente enferma que, probablemente, no estaría en condiciones ni de enfrentarse al viaje..."
He dudado si contar este antiguo episodio, y he decidido que sí, por que a veces podemos llegar a olvidarnos que ciertas cosas pueden pasar.
Si en un parto pueden darse situaciones muy complicadas, quizás más en una adopción. Algunos creen lo contrario, y se equivocan.
Se me acusa, a veces, de ser demasiado optimista... lo soy, a pesar de que en las últimas entradas el pincel se haya hecho líquido, de lágrimas.
Pocas cosas son muy fáciles en esta vida, pero es con optimismo que se superan las dificultades, no hay que esconderse, si no vencer batallas, vencerlas sin más armas que nuestra fuerza, sin disparar a nadie.
No quiero entrar en los detalles del caso, evidentemente.
Sí quiero subrayar que, por suerte, se trata de casos raros, muy raros, y que ninguna madre tiene que amargarse el embarazo por lo que puede llegar a pasar, por que todo irá bien, no hay motivos de agobio permanente, ni mucho menos.
Ojalá sirviera para hacernos más fuertes, por preparados y conocedores también de este aspecto. Aunque nadie estará preparado frente a ciertas situaciones y todos pensamos, justificadamente, que no tiene por que pasarnos a nosotros.
También utilizaré este trágico episodio, para aclarar que se equivocan los que siguen dudando de las intenciones del CCAA, cuando no de la fiabilidad de los informes médicos.
Si se detecta alguna patología que las pruebas anteriores no habían evidenciado, casi siempre por ser tan pequeño el niño que es imposible detectarlas con el protocolo normal, aunque el niño haya sido ya asignado y la familia a punto de viajar, la comunicación es tan inmediata cuanto se pueda, y las medidas a tomar decididas caso por caso.
No creo que de la tristeza y del dolor pueda germinar una flor de felicidad.
No hay una voluntad superior que guía conscientemente los destinos. Eso no, a pesar de que hasta he lamentado en algún momento no tener ciertos consuelos, al no ser creyente.
Tenemos derecho a superar el sufrimiento, hay que sobreponerse y aniquilar esa visión errónea que nos hace creer que el dolor cuando es tan inmenso, acaba siendo una condena permanente e ineluctable.
No es así.
Dejar de sufrir es una obligación de respeto hacia nosotros mismos y a los que nos rodean.
Pocas cosas son tan poco fáciles, como cumplir con ésta obligación.
Sólo quién lo ha vivido sabe hasta que punto puede ser duro ganar esa batalla.
* * *
Es posible que a principio de julio viaje a China.
No será un viaje de turismo, es decir de puro placer, estaba a punto de escribir "todo lo contrario", pero no sería correcto: siempre que vuelo hacia el país donde nacieron mis hijas siento una gran emoción, es un mundo de personas, cosas, lugares que me enriquece cada vez que tengo la suerte de poderlo ver, tocar, observar.
Será un viaje breve, e intenso.
Pero casi seguramente podré estar con algunas familias cuando reciban los peques y no dudéis que cómo ya hice, os contaré.
Las noticias sobre la gripe A no son tranquilizadoras, estamos todos en tensa espera.
Es triste que te den esta noticia, me imagino como debe estar la familia.Desde aqui les mando mucho apoyo.
ResponderEliminarbesos
Reyes
Todo mi amor a esta familia y que Dios acompañe a esta inocente criatura. ANIMO Elisenda
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