Alegrías

Ayer fue un día especial y para recordar.
Desde la ventana sólo se veían pasar, hasta antes de ayer, adultos con perro, adultos con bolsas de la compra, adultos con cartones de tabaco, adultos conduciendo coches hasta quién sabe qué destino...
Ayer las aceras se llenaron de alegrías, de niños, de luz, de futuro.
Una niña con los brazos abiertos daba vueltas gritando: ¡el viento, el viento! con cara de felicidad estupefacta.
Me sacó una sonrisa sincera, de las que en estas últimas semanas podría contar con los dedos de una mano.
Recordar la sensación del aire que te acaricia las mejillas, y para quién lo tiene, te enreda el pelo. Bonita sensación.
Todo puede cambiar con rapidez. Hacia lo bueno y hacia lo malo. Ayer fue, claramente, hacia lo bueno.
Mientras las más mayores tendrán que esperar un poco más.
Y se entretienen creando e inventando, cómo lo que aquí a bajo os copio.

Quarantine Fashon week by Paloma Pili



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