Observador

No recuerdo quién decía que observar poco y reflexionar mucho lleva a más errores que observar mucho y reflexionar lo justo.
Estoy de acuerdo.
Las prisas son el mal del siglo (un siglo que podría empezar hace 15 años y acabar dentro de 4 o 5, o cualquier otra fecha que se os ocurra y encaje).
Y las prisas, nunca mejor dicho, son siempre pésimas consejeras.
Sí recuerdo que Cesare Pavese en la breve introducción a I dialoghi di Leucò indicaba que si te fijas profundamente en el mismo objeto acabas por no reconocerlo.
Tenemos a portada de mano, o de ojos, quizás mejor, un mundo extraordinario. Pero no nos damos cuenta. Nos cansamos de todo en seguida.
La mejor novedad es lo conocido.

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