Cada día aquí es un regalo

Cada día más aquí es un regalo.

No creo que la calidad de vida sea mejor si nos sumergimos y nos cansamos en una búsqueda permanente de lo que más vale la pena.

Tenemos casi todo lo esencial a la mano.

Es un privilegio, del que a menudo no nos damos cuenta. La insatisfacción, por otro lado, es un motor de la vida.

Tal vez, algo que deberíamos haber llamado importante casi lo tocamos, y lo tocamos, o lo perdimos, o no nos dimos cuenta que tenía fecha de caducidad.
En ese momento no nos preocupamos mucho por eso. Distraídos por el día a día, olvidando con razón el punto al que todos nos dirigimos, pasamos por la existencia con egoísmo y una pizca de superficialidad, o no solo una pizca.
Cuando estás bien y la pena de muerte no es una espada de Damocles, que se vuelve cercana e intrusiva, la luz variada, quizás suave pero segura de lo cotidiano produce una perspectiva diferente y a menudo engañosa.
Nunca dejaremos de cometer errores. Algunos imperdonables.
Significa que estamos vivos y queremos vivir. Vivir significa también cometer errores. Quien sea capaz de asumir y corregir sus errores debe de ser perdonado.
Tarde o temprano la condena llegará para todos.

PD
Lo anterior se refiere prevalentemente a la esfera privada, mas no es aplicable a esa parte del género inhumano que con cinismo y premeditación actúa para provocar el sufrimiento de los demás en beneficio propio.
Es imprescindible evitar que esta gente actúe.
Desafortunadamente, en este mundo con la m minúscula, quienes detienen el poder generalmente asumen también el papel de garantes de la injusticia.


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