Diez días para volar a China

Poco a poco pasan los días y en breve cogeremos el vuelo hacia Pekín.
No os escondo que viajar a China sigue emocionándome cómo si del primer viaje se tratara.
Es muy distinto, muy muy distinto de los viajes para ir a buscar mis hijas. Ni lejana comparación, las sensaciones son otras... bien diferentes.
Pero y a pesar de que tengo la sensación de subir y bajar de un avión más a menudo que de las escaleras de mi casa (claro por que cojo el ascensor :-))))
noto que cada día se acumulan las imágenes, las recordadas y las imaginadas.
Esta mañana me he despertado soñando, estaba en un globo encima de una ciudad que era una mezcla de lugares conocidos y de otros que podían ser fotos vistas muchas veces de Guilin, de Sichuan... de Honk Kong.
El cachondo de Chengdu mi pueblo ha publicado unas fotos preciosas de una zona de Sichuan, provincia de mi hija mayor, donde ha pasado unos días. Ayer por la tarde me pasee por su Blog, cómo hago de vez en cuando, y se me han quedado en la memoria, por que juraría que el globo iba pasando por aquellos paisajes.
China no está tan lejos.
Más que la lejanía puede actuar como freno a plantarse un par de veces al año en China el poder del euro (quiero decir la escasez de euros...), pero hay formas para limitar el sangrado :-))
Y en el fondo una parte del viaje es justamente para ésto, hablar y contratar para que podamos organizar viajes a precios aceptables.
Los de super lujo ya los tenemos controlados :-) pero viajan otros y a nosotros se nos quedan los dientes largos viendo lo que se puede hacer, visitar y disfrutar en ese maravilloso país.
Pero cómo soy optimista sobre los resultados de este viaje, ya estoy pensando al futuro cercano.
El verano que viene iremos un grupito de familias, dejando lejos la imposible Pekín, que el 8 del 8 del año 8 del segundo milenio dará el pistoletazo a las Olimpiadas, y viajando un poco por las provincias de nuestras hijas y también en algún lugar que tiene menos que ver con su lugar de nacimiento, y mucho más con las ganas que tenemos de pasárnoslo pipa y disfrutar de parajes para quedarse boquiabierto o relajadamente admirados.
Una forma para que el viaje sea accesible es justamente lo de meterse de acuerdo con unos cuantos amigos, sin mogollones, pero algunos por lo menos con hijos de la edad de las nuestras, entonces, cómo todos los papás con hijos de más de 4 añitos sabemos de sobra, la compañía permitirá el multiplicarse de momentos de absoluta tranquilidad, lo que decimos: las niñas ni se oyen!!
Los que no tenéis hijos o los tenéis muy pequeños, tomad nota.
No hay mejor forma de pasar unas vacaciones o aunque sólo un domingo con niños que juntarse a una familia amiga con hijos coetáneos y mientras ellos juegan y disfrutan de la compañía apropiada, los papás tranquilitos...

:-))